pastor

Ser incorrecto.
Decirle por ejemplo a toda esa tropa de ladrones de la Concertación que se merecen un escupo y nada más por haber usado el dolor de las victimas de la dictadura para llenarse los bolsillos de plata.
Preguntarle a los grandes nombres de la oposición sus posturas valóricas y enrostrarles con hechos sus contradicciones y mentiras al respecto.
Gritarle fuerte y claro al colorín en su cara que el que miente aquí es el, porque no le interesa nada más que su persona, su proyecto, su uno, ese uno que lo incluye a el solamente, ni a su familia ni a nadie más.
Aconsejarle a Alvear que se retire, que empiece de nuevo, que deje esa primera línea combativa, que no se preste para juegos de poder, que revise cuales eran sus fortalezas cuando era la única carta de la Concertación y enmiende el rumbo.
Llamar a seguridad de Las Condes o a Carabineros para reclamar por el bloqueo de avenida Las Condes que hacen los feligreses de la parroquia Santa Maria cada vez que hay algún rito en su templo, poniendo en jaque la seguridad de quienes transitamos por ahí y tirándonos en la cara los beneficios de las que gozan ciertos grupos en esta sociedad.Encarar a uno de los miles de cuidadores de auto, por cobrar al estacionarse en la vía pública, por no cuidar los autos, por apropiarse y amenazar, por ser unos mercantilistas disfrazados de anti sistémicos.

Otra más de mis contradicciones.
Por un lado quiero despedirme de todo el mundo, hacer un montón de despedidas, con diferentes grupos, mucho jaleo, mucho meneo, ser feliz, que todos me vean así y yo verlos a todos por última vez antes de partir.
Pero por otra parte quiero pasar piola, desaparecer silenciosamente, irme un día y no volver, sin que nadie sepa, cerrando la puerta en silencio y partiendo de cero en otro lugar sin emociones arrastradas del pasado.
Como todo en mi vida no habrán extremos, no haré grandes eventos ni pasaré piola, algo haré por aquí por allá, muchas cosas quedaran guardadas, deseos e intensiones, lagrimas, frases hechas y sonrisas más espectaculares que las que realmente verá el publico.
Y así, como siempre, dejando cosas pendientes, pero apoyándome en las buenas nuevas que vendrán, extrañando mucho y esperando tanto.Esperar no cuesta nada, o eso quiero creer.

Al que da y quita le sale una cordobita. Bueno a la vida ya le deben haber salido varias cordobitas, porque tanto como estira la mano la retira, y de esos todos tenemos testimonios.
La vida empieza a resultar de diferentes maneras, los proyectos dejan de ser tales y comienzan a ser realidades, las ilusiones se cumplen o no pero dejan el campo de lo fantasioso, la vida en si avanza y lo que va quedando en el camino quedó, lamentablemente no hay vuelta atrás.
En esta etapa de mi vida quiero mirar todo alegremente, no ver problemas sino que oportunidades, dejar rencores en el pasado y sonreír a todos de frente.
Pero no siempre eso es fácil, muchas veces la rabia lucha por reaparecer, por darte un cachetada y devolverte a la realidad, a esa realidad que quiero dejar atrás pero que por diferentes motivos y medios vuelve una y otra vez a mi.
Debo olvidar y perdonar me dicen, lo ultimo depende de mi, lo primero implicaría resetearme, cosa poco probable.
No tengo muy claro si soy inconformista, asquerosamente realista u obstinadamente negativo, pero cuando todo empieza a sonreírme yo insisto en verle la mueca. Old habbits die hard, quizás es cierto, quizás he tenido razón y la gente no cambia, por una puta vez tengo la razón y esta no me conviene.
Pero tengo esperanza de algo nuevo y mejor, de una vida que empieza y que se parece en mucho a la que yo quiero. Sin lágrimas se ve mejor el camino, sin rabia se piensa con más claridad, sin avanzar es difícil encontrar algo.

Me cargó. Lo siento, quise tener la mejor opinión posible de esta película, sentía un especie de deber de verla, pero no logré enganchar, me aburrió, no le vi un fin claro, ni de donde venia n para donde iba. Mal.
Si fuera una serie de televisión como As If o Lost, donde cada capítulo está centrado en un personaje en particular y por atrás existe una historia central que va como hilo conductor, podría ser. Si fuera una película aparte, con otro nombre, sin la idea de secuela, quizás habría funcionado. Si hubiera sido hecha con algo del espíritu inicial o al menos con la honestidad de otras secuelas, al estilo antes del atardecer, quizás, en una de esas, con buena voluntad y talento, podríamos haber tenido una buena película.
Pero acá me encontré con una continuación donde lo único que continua es la historia de uno de los personajes (está bien es el protagonista de ambas partes, pero era una película más coral que individual), la interacción con algunos de los personajes de la primera parte y la total desconexión con el espíritu de la película inicial. La confusión ya no te hace cómplice, las aventuras parecen inmaduras y forzadas, las historias románticas no logran enganchar y por el contrario uno engancha más con la idea de las aventuras del protagonista que con buscar su estabilidad.
Lo entretenido de la primera parte era que las confusiones y situaciones que vivía el protagonista eran matizadas o condimentadas con su interacción con los demás personajes e incluso con las historias de estos. acá es él, cruzándose con personajes a su conveniencia, sin mucho que decir cada uno y que aparecen en función de la historia central y no con ese cruce que hacia tan divertida a la primera entrega, historias y personajes funcionales, sin historia, sin cuento, sin grasa, sin vida.
Barcelona era uno de los personajes antes, no logrando ni París, ni Londres, ni San Petersburgo la misma complicidad con la historia ahora.
El magro resultado no le resta meritos a la primera parte, sólo hace desear que las secuelas sean mejor pensadas y concebidas, que tengan vida propia y respecto por su original, que en el fondo nos haga desearla y no arrepentirse.