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miércoles, diciembre 10, 2014

 

A propósito de estas fechas

La navidad me la suda. Me violenta mucho la idea de sentirme obligado a una celebración que muchas veces me parece hipócrita. Buenos deseos, abrazos, regalos y sonrisas a gente que el resto del año no le das ni el saludo. Es todo tan forzado que le quita el verdadero espíritu de fraternidad que debería tener.
Esto no quiere decir que no celebre la navidad, que no haya tenido buenas y alegres navidades, que no me guste regalar y que busque sacar lo mejor de mí desde el fondo de mis sentimientos. Simplemente me molesta que me obliguen en la forma e incluso en el fondo.
He pasado navidades solo, en familias, con la familia de mi ex pareja y en todas he encontrado un momento especial y emotivo. Pero también muchas veces no he estado con la tranquilidad de corazón ni de mente para celebrar algo, para entregar cariño y dejarme invadir por el espíritu que al parecer implica la navidad.
Cuando no estoy bien me cuesta mucho entregar cariño, no me convierto en un ogro, pero tampoco puede desear paz y amor a diestra y siniestra. Y del mismo modo que me pasa a mí sé que le pasa a muchos más que terminan siendo secuestrados por la dictadura del sentir oficial.

Sólo pido para navidad que aquellos que quieren celebrar respeten a los no quieren hacerlo, ese sería un gran acto de generosidad, mucho más acorde con lo que deberían ser estos días.

sábado, diciembre 06, 2014

 

No more wine, please!!!

Nunca pensé que llegaría a este punto, pero el vino me tiene profundamente desilusionado. No la actividad enológica ni el vino en si, sino que todo lo que lo rodea. Esa cosa casi patológica de buscar meritos sobre la base de los defectos del otro. Ese falso glamour. Esas verdades absolutas que sólo resaltan la ignorancia. Esa falta de integralidad de la actividad.
Hacer grandes volúmenes de vino no implica estar reñido con la calidad. Un proyecto a pequeña escala no es necesariamente arte. Un profesor también puede hacer vino y uno enólogo se debe poder pasear de la bodega al laboratorio sin tener que rasgar vestiduras por uno u otro entorno.
Me cansé de esa visión monocromática de ciertos colegas, que una vez que descubren su quinta la defienden como si fuera la única verdad sin interés ni ganas de evolucionar. Me agotaron tantos sommeliers que en lugar de acercar el vino al consumidor lo alejan a un reducto sibarítico y alambicado. Me cansé de esos periodistas que sólo escriben de aquellos vinos que les llegan a sus escritorios, que los llevan como corderitos a sus bodegas o les dan exclusivas. De la investigación por medallas científicas y no por aportar al medio. De las verdades absolutas de algunos profesores. Me cansé de la soberbia del medio y de la falta de humildad.
Para mí lo apasionante es ver como algo tan biológico como un proceso fisiológico, por acción de la bioquímica, la ayuda del marketing y la valoración sensorial puede unir arte y ciencia en torno a una copa. Veo al vino como algo inclusivo, en evolución, fraternal y humilde. Yo te puedo dar lo mejor, te puedo ayudar a entenderlo, pero no puedo juzgar lo que sientes, lo que percibes, lo que un trago de vino te evoca o no.
Yo siento el vino como el relato que cruzará mi vida y por eso quiero ir haciéndolo crecer, integrando el campo, la bodega, el laboratorio, las salas de clases, las reuniones gremiales, los congresos, concursos, catas varias, comidas con mucho y buen vino, etc, etc, etc, para ir viviendo al vino y no generar esa sensación purista por un lado y mercantil por otro.

Así no quiero más vino!!!

 

Ciutat Condal

Lo mío con Barcelona parece una obsesión, un capricho snob, algo a lo que le he dado muchas vueltas desde que llegué y que claramente ha influido en el éxito de mi instalación de vuelta en Chile.
Luego de pensarlo mucho creo que en Barcelona encontré mi lugar en el mundo, aquel sitio donde soy un mejor yo, más parecido a lo que aspiro a ser y con constantes y dinámicos proyectos de futuro. También intento justificar mi apego con esa ciudad de una manera positiva, no es que Chile sea malo simplemente para mi Barcelona es mejor.
Ahí tengo que hacer el trabajo de buscar sobre qué es lo que lo hace mejor. Si acaso es la sociedad, la estructura de la ciudad, la distribución urbanística, la mezcla entre cultura catalana-mediterránea-cosmopolita, la apertura de mente, la tolerancia, el mar, la comida, la cultura, el transporte público, la mezcla de gente, caminar a casi cualquier sitio, el misterio…que se yo. Es una mezcla de todo, nada especifico pero nada rebuscado.
Es curioso el hecho de que allá es cuando estaba más solo que nunca en mi vida pero donde menos percibí esa soledad. La rutina que creé me llenaba el día e incluso cuando quería sociabilizar un poco tenia a qué echar mano.
Por supuesto no todo era bueno. No soy ciego ni pierdo la memoria. Sé que ahí ciertas comodidades que tuve en Chile o antes en mi vida eran vistas con un lujo. Tampoco tenía un núcleo humano donde refugiarme. Si bien es un lugar tolerante uno no deja de ser extranjero y aunque eso no me afectaba, a veces era una espina que molestaba.
Puedo nombrar barrios, calles, tiendas, comidas y personas. Puedo hablar largo y tendido de la playa, de la majestuosidad arquitectónica, de lo guapa que es la gente y de cómo me sentía cada vez que caminaba por ahí como la estrella de mi propio show.
Y quizás ahí está la clave, mi vida ahí la decidía yo y me fijaba menos en lo que opinaba el resto. Si quería hacer algo iba y lo hacía y no me traumaba por hacerlo solo. Si quería pasar días sin hablar, a nadie le importaba y por ende a nadie afectaba.

Barcelona se convirtió en mi gran amor, y como tal no puedo renunciar a el.

 

Yada

Esto estaba botado y ayer cuando alguien me preguntó qué escribía recordé este blog.
Quizás dejé de escribir porque no tenía nada más que decir, porque encontré otras formas de expresión o canalicé mis intereses en otras cosas. Pero al releerme me di cuenta el carácter testimonial que tuvo este blog durante un tiempo. Quizás no recuerdo exactamente que me impulsó a escribir cada cosa en su momento, peor percatarme que cosas que decía años atrás siguen tan presentes como en esos instantes o más aún que ciertos pensamientos han mutado totalmente, no deja de ser interesante.
Sigue siendo una escritura pseudo anónima. Espero que lo que salga ahora mantenga esa característica visceral y caustica que me caracteriza. Pero espero también reflejar mi evolución, las vivencias de estos años, algo de madurez y definitivamente más cojones para decir todo de manera fuerte y clara pero con menos rodeos.
Quizás el concepto de ahora en adelante en este blog y en mi vida sea arriesgarse y luego aperrar, sin llorar.


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