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jueves, mayo 29, 2008

 

Pablo Longueira

Hasta hace algún tiempo aborrecía y temía profundamente a esta persona. Lo encontraba el maligno en su máximo expresión, la muestra humana de todos aquellos conceptos que no sólo no comparto sino que además van en contra de mi naturaleza. Luego, en una versión menos catastrófica de su persona, lo consideré dentro de la categoría de personas que en política les corresponde el rol de ser el malo de la película, hacer el trabajo sucio o decir esas verdades incomodas que nadie quiere escuchar pero que alguien debe dejar en claro, para que no caminemos haciéndonos los tontos. Este era un rol que desempeñaba José Miguel Insulza cómo ministro de Frei y Lagos, Adolfo Zaldívar en su primera etapa como presidente de la DC y Longueira desde la cabeza de la UDI. Personas que van de frente, dicen las cosas aunque no caigan bien y aunque mermen sus propias opciones presidenciales. Cuando ya se asumen como candidatos se suavizan, se ponen más conciliadores y receptivos y pierden esa característica tan incomprendida pero sana para nuestra democracia.
Pero siguiendo con Pablo Longueira, posteriormente esa impresión que tenia sobre su persona volvió a modificarse. Dejar la presidencia de la UDI, sincerar sus aspiraciones presidenciales y buscar encajar en el rol original que se le asignaba a los senadores, hizo que su carácter cambiara, a uno menos beligerante, más sensato y constructivo. Dejó atrás esas declaraciones en las que repetía una y mil veces que su objetivo era que desapareciera la DC, y principalmente amplió su mundo más allá de lo UDI, todo lo cual le permitió crear su propia carta de navegación, plantear ideas personales desmarcándose de su sector y situarse en el lugar de aquellos lideres de opinión publica que tienen mayor altura de miras y que priorizan el beneficio común antes que el personal.
Mis ideas y las del Senador son muy distintas, me costaría darle mi voto alguna vez, pero si llegara a ser presidente lo apoyaría, por un lado porque soy de aquellas personas que cree que hay que apoyar a los presidentes como actitud básica y segundo porque tiendo a confiar en sus propósitos. Hablo de él como presidente porque me parece por lejos una mejor opción que Piñera y Lavín, el primero porque se me hace poco confiable y transparente, y el segundo porque carece de estructura y consistencia para guiar un gobierno.
Sin embargo, el señor Longueira también ha caído en el grupo de los que se mueven cómodamente por distritos, como diputado de San Bernardo a Conchalí sólo con el objetivo de romper el doblaje de la concentración, lo que tiene en todo caso su lógica desde el punto de vista de estratega que a el le gusta jugar. Luego al Senado por Santiago Oriente, traicionando algunas zonas que representó como diputado y desplazando al legítimo candidato por ahí, un Bombal que para tratar de seguir en el Senado tuvo que postularse fallidamente por el fuedo concertacionista de la octava región. Un desafío que debería haber tomado el propio Longueira, una figura más aglutinadora y con más dejo popular que el otro, donde un posible triunfo lo habría catapultado como innegable opción presidencial de su partido. Esa proclamación que el adelantadamente esperó por parte de sus compañeros poco después de iniciado este gobierno, y que al no obtener optó por retirar irrevocablemente su postulación. No sé que tan así será esto, ya que por lo visto nada en política es tan absoluto. Desde ahí se dedica a ser un senador autónomo, no independiente, capaz de actuar en concordancia con su sector pero discrepando y abriendo el debate, con lo que obliga a sincerar opiniones desde ambos lados. Esta nueva modalidad de hacer política, más madura, me estaba pareciendo atractiva, interesante, esperanzadora y sobre todo más sana.
Pero como bien se dice, la gente no cambia, y Longueira no es la excepción, sigue siendo un zorro de la política y aquellas cosas que lo mueven siguen presentes en la primera línea de sus prioridades. Una de ellas es no darle ni medio centímetro de ventaja a Piñera y la segunda es acabar con la Democracia Cristiana. Cuando partí escribiendo esta columna de opinión la idea era dar una imagen más bien positiva del senador poniendo énfasis básicamente en aquellos aspectos en los que difiero o que considero cuestionables de su actuar. Sin embargo, al leer algunos diarios y portales de Internet me entero que ha propuesto a Zaldívar como candidato presidencial, cauto y calculador como es él, no propone que sea el candidato de la Alianza, sino que dice que seria una buena figura y que por lo demás obligaría a la DC a tener su propio candidato. Aquí el razonamiento a mi parecer es el siguiente: Piñera en la elección anterior creció a costa de los DC que no están dispuestos a votar por un socialista y que para la elección pasada eran un buen lote; pues bien si Zaldívar se presenta ese grupo de falangistas más cercanos a la derecha optarán por su opción y no por el empresario, son votantes clásicos que más que cuestionar la gobernabilidad que tendría Zaldívar lo que quieren es votar por un humanista cristiano, ni socialistas ni libremercadistas son sus favoritos. Con respecto a la DC, Longueira planeta que estará obligada a tener un candidato, para evitar que sus electores voten por el colorín y lo transformen en una alternativa de poder ahora que fue expulsado; pero es claro que dos candidatos con ascendencia demo no sumaran más votantes que los que tiene el partido más uno que otro centrista o voto volátil y por ende quedan fuera de carrera. Estocada a la DC entonces y a Piñera que verá bajado sus resultados en las urnas. No importa que con esto gane Lagos o Insulza, Longueira se lleva bien con ellos y tiene la paciencia para esperar a la siguiente elección para que le entreguen la banda presidencial a el. La DC en crisis por haber salido tercera o cuarta, incluso segunda, un buen resultado que igual gatillaría crisis; Piñera con doble derrota como Lavín quedaría muy golpeado. Y el señor Pablo Longueira como líder de esta nueva reunión de centro derechistas que buscará hacerle el peso al tercer gobierno consecutivo socialista.
Se que suena muy rebuscado y que nadie lo reconocerá jamás, pero un estadista piensa así, un pupilo de Jaime Guzmán piensa así, y así piensa demostrar Longueira que es una animal político, fundamental para este país. Porque el lo cree así, al final para ganar al primero que hay que convencer es a uno mismo. Ese trabajo ya esta hecho, ahora solo toca hacer el trabajo sucio con la suficiente precisión como para lograr que pase más desapercibido que antes y con mejores resultados, por supuesto. Sólo imagínense, Longueira presidente, Matthei a la cabeza de la UDI y Allamand en la de RN, Piñera no lo podría soportar. Jaque y mate Pablo.

miércoles, mayo 28, 2008

 

Una pausa y ya volvemos

Como un pequeño intermedio a tanta política y sesudos comentarios, les pongo acá una lsita hecha en base a un cuestionario que aparece en La Nación Domingo como base:

Hago zapping de inmediato si en la pantalla aparece: Titanic.
Mi peor defecto es: no decir lo que pienso o siento.
Lo que me da placer es: todo lo que gira en torno al vino.
Pelo el cable con: el vino.
El olor que no soporto es: suciedad acumulada de días sin bañarse.
De una mujer no soporto: que no sea femenina, en el amplio sentido de la palabra.
Mi pecado capital es: la pereza.
Lo que hago más rápido es: teorizar.
Siempre me escondo de: los conocidos a los que no quiero saludar.
La película que me trastornó fue: El tiempo que queda o Tiempo de vivir de François Ozon.
Lo mejor que hago es: escribir.
Me desarma: ver a un anciano triste.
Las palabras que más uso son: o sea, vale, demás, perdón, ok.
Si me viera obligado a cobrar por sexo mi precio sería: directamente proporcional al asco que me produjera la persona que me va a pagar.
Me avergüenzo de: mi físico, mi falta de personalidad.
Lo que siempre me llevo a la boca es: los lápices, los muerdo hasta destruirlos.
En mi ropero sobran: ropa que no uso y mantengo por estúpido sentimentalismo o poco poder de desprendimiento.
Me hacen llorar: pensar en los sufrimientos de mis seres queridos y que no puedo evitar.
Tengo fama de: negativo, callado, observador, serio, fome, loco, inteligente, amable, trabajador, extraño, sarcástico.El hombre más abominable es: considerando hombre como todo ser humano, es aquel que pierde el respeto por el, quienes lo rodean y su ambiente.

martes, mayo 27, 2008

 

Andrés Allamand

El senador Allamand es una de las máximas decepciones que he tenido en la política nacional. Transitó de ser un rostro nuevo y sin ataduras pinochetistas en la oposición a inicios de la democracia, a convertirse en un representante del peor tipo de política, aquella que se llena de ambiciones y demostraciones de poder disfrazado de vocación pública o social.
Al aparecer su imagen en la política activa lo hizo avalado por su paso como dirigente estudiantil y por estar desligado del legado de la dictadura. Era una cara nueva, propositiva y positiva, capaz de liderar un partido de derecha plural e insertado en el nuevo sistema político imperante. Era el pupilo de Jarpa, quien a pesar de ser una figura ligada al régimen no ejercía influencia sobre su protegido por ese lado, sino más bien apoyando el inicio de una carrera política que a todas luces se veía prometedora.
Luego de los primeros cuatro años de democracia y habiendo presidido Renovación Nacional y sorteado el escándalo Piñera-Matthei que lo dejó como el único sobreviviente de la pandilla juvenil de su partido, decide postular a la Cámara de Diputados logrando junto a Bombal el primer doblaje de la Alianza e iniciando la tradición de que ese distrito es un feudo donde la Concertación hasta el día de hoy no ha logrado a volver a tener diputados. Cuatro años después el desafío fue dar el paso siguiente, vale decir, postular al Senado. Lo hizo con el mismo compañero de formula de la elección anterior, pero enfrentándose a un electorado ya no sólo formado por gente íntimamente ligada a la derecha ni de clase media-alta a alta. Esto implicaba que era evidente que sólo uno de los dos saldría electo, más si frente a ellos había una poderosa dupla del oficialismo que difícilmente seria doblada, si es que superada. Sin embargo, este fue su primer revés, es derrotado, por lejos y deja por lo tanto a la cabeza de RN como un derrotado, en lo que seria una clara señal del avance de la UDI y que de una u otra manera marcaría la vida política de Allamand, haciéndolo perder a mi juicio la ilusión política más pura. Quedaba la sensación de pobrecito, de victima, de por qué alguien tan bueno perdía, que injusta es la política y malagradecidos los votantes.
Inicia su travesía en el desierto, parte a EEU y desaparece del quehacer político nacional por un buen tiempo. Luego al regresar lo hace de manera discreta ligándose más a proyectos académicos que a la política activa. Así se convierte en una especia de dirigente en las sombras dentro del partido, consultado sin figurar, manteniendo el respeto de los militantes pero sin asumir desafíos electorales o en la dirigencia del partido. Ya en este regreso su lejanía con Piñera es evidente, este último tampoco estaba en la primera línea de la política y era casi iluso pensar en ambiciones presidenciales de parte de cualquiera de los dos, básicamente porque a esas alturas no eran viables. Sin embargo, cuando el tema se lleva en la sangre no se puede evitar, y entonces retoma su actividad más notoria con una actitud diferente. Bloquea las opciones presidenciales de Piñera y plantea un apoyo total e irrestricto a Lavín. De hecho se transforma en el hombre que genera más lazos con la UDI, plena sintonía con el candidato que a esas alturas muchos estaban convencidos que seria el próximo presidente. Pero la política tiene muchas vueltas no todas lógicas ni comprensibles, y estas vueltas decidieron que Lavín se desinflara, que RN en un impensado acto de coraje impusiera a Piñera como candidato y le peleara frente a frente la opción de ser quien lleve la Alianza al gobierno. En este escenario quedó Allamand en un limbo que a mi juicio lo tuvo un tanto desorientado respecto hacia donde dirigir sus lealtades. Por un lado estaba un Lavín con el cual había tenido gran sintonía y por otro lado un Piñera que era el hombre de su partido pero con el cual ya se habían roto todas las lealtades y era más bien un adversario de cara a su propio liderazgo y potenciales ambiciones presidenciales.
Finalmente usando sus redes de contacto a un lado y al otro, evita quemarse tomando una postura clara e la presidencial y se hace del cupo de la Alianza al Senado en la décima región norte, donde luego de muchas negociaciones consigue ir sin compañero de lista, lo que significa ser virtualmente elegido Senador ya que era impensable un doblaje de la Concertación y la Alianza tenía el suficiente poder en la zona como para asegurar un de los dos cargos a disputar. Aunque ni esto le salio fácil. Matthei con cuentas pendientes desde su salida de RN estaba dispuesta a trasladarse y darle la pelea, Moreira amenazó con ser candidato también y algún otro líder local reclamó su derecho a ser candidato a la Cámara Alta. Finalmente, el manejo negociador de Allamand, que lo gradúo como operador político, consiguió pavimentar su elección, llegando incluso a la soberbia al declarar que había sido primera mayoría en la elección ganándole a al ex-presidente Frei, quien aunque también iba asegurado al menos llevaba un compañero de lista que representaba una alternativa para los oficialista que no lo apoyaban. Al final un elección bastante arreglada por ambos lados, que ni los honra como autoridades políticas ni honra nuestro sistema democrático.
Pero faltaba ver a Allamand en el Senado donde tenía que validar su nuevo cargo siendo un activo participe de la actividad legislativa. Partió fuerte, encarando al gobierno, en una breve pero mediática dupla con Longueira se autoproclamaron los jefes de la Alianza en el Senado y los interlocutores con el poder ejecutivo. Todo muy bien, un poco agresivo pero dentro de las normas habituales del juego del poder. Esto hasta su teoría del desalojo. Plantear un desalojo, es decir que se sacará alguien por la fuerza, ya sea física o jurídica, que la idea es agarrar a los inquilinos de La Moneda y expulsarlos, sin importar la forma. Pero ahí se equivoco, desestabilizar un gobierno o torpedearlo continuamente, generar un acoso constante que precipite su salida, no es la forma en que se llega a ser gobierno. Para eso lo que se espera es una propuesta nacional y que la población elija si es su alternativa o alguna de las otras la que elije para administrar el poder. Por más que se quiera bloquear todas las iniciativas, hacer difícil el trabajo, denunciar irresponsablemente y atacar, la derecha no ha conseguido levantarse como una opción de gobierno. Es cosa de ver que baja el apoyo a la mandataria a la par que el apoyo a la Alianza. Es claro apreciar que Piñera es visto como el candidato mejor posicionado pero no a la Alianza como el conglomerado más apoyado. Una sociedad personalista, paternalista y presidencialista puede ser la explicación. O reconocer que la teoría del desalojo de Allamand no tiene apoyo entre la gente que quiere un transito responsable de autoridades y no una simple lucha por espacios de poder.
El idealista Allamand, el que veíamos sonreír en los primeros años de Aylwin pactando una agenda legislativa que permitiera avanzar, el candidato a diputado que logró quitarle votos a la Concertación e incluso el candidato al Senado que luchó hasta el final, son imágenes muy alejadas del político que es hoy. Cayó en la politiquería, en la matemática electoral, en las cuotas de poder, en una guerra sucia por ganar que no deja claro quien es el beneficiado ni menos quien puede ser el ganador.Espero que si son gobierno Allamand se vea obligado a rectificar, ya sea en un ministerio mostrando habilidad de gestión, como figura propositiva desde el Senado o retomando el proyecto de un partido moderno, liberal y con futuro como fue en los inicios de los noventa con el mismo a la cabeza. Y no proponiendo primarias con Piñera, Flores, Lavín y Zaldívar para ver con cual tiene más opción de ganarle el quien vive a la Concertación. Ese no es un proyecto esa es una jugada, pero todo juego necesita más que una jugada una estrategia, y es ahí donde esperaría verlo, de estratega en positivo.

lunes, mayo 26, 2008

 

Evelyn Matthei

De entrada debo reconocer que esta mujer en mi infunde un profundo respeto. Debo reconocer, al igual, que ese respeto hasta hace poco tiempo atrás era basado en el miedo y que ha evolucionado a un respecto generado por sus capacidades y su consecuencia al actuar. Dicho esto puedo empezar a escribir sobre una persona que en mayor o menor medida ha atravesado íntegramente el proceso de regreso a la democracia desde la oposición y que es por lo tanto una de las personas más recomendadas al momento de querer evaluar el rol del parlamento y de los dirigentes políticos en estas últimas dos décadas.
Recuerdo cuando en la elección de diputados del 89 era compañera de lista de Joaquín Lavín en un cupo RN, resultando electa junto a Eliana Caraball, formando un binomio femenino que poco se valoró en su momento. Luego el escándalo con Piñera y su salida de RN. Ese es un episodio de mezquindad política y claro ejemplo de que las reacciones histéricas no traspasan la barrera del tempo, y se podría considerar que a estas alturas es sólo un dato de la causa.
Una vez apoyada por la UDI se convierte en diputada por San Antonio, en lo que a mi juicio ha sido uno de los actos políticos más infortunados de esta mujer. Claro, porque más bien parecía que aprovechaban su imagen para ir en un distrito difícil, de paso cedía su zona a dos prometedoras figuras de la Alianza como fueron Allamand y Bombal, y cometía uno de los mayores pecados, a mi juicio, de la política: ser electa por una zona que de verdad no representa ni se siente representada por ella.
Siguiendo esta lógica de funcional hacia el partido, pasa a ser candidata al Senado, ahora por la cuarta región, saliendo electa cómodamente y reelecta años después. Tampoco veo mayor conexión de ella con la circunscripción, pero su figura potente, popular y aparentemente indestructible, le permite sacar adelante este desafío e instalarse cómodamente en la Cámara Alta.
En este punto debo reconocer una inconsecuencia mía, a pesar de lo crítico que soy con este movimiento de personas entre los distintos lugares donde haya una elección, en el caso de Matthei tiendo a obviarlo. Lo que me pasa acá es que creo que ella, al margen de las profundas diferencias de forma y fondo que tenemos, es un aporte a la actividad política nacional. Dice las cosas de frente, sus posturas son argumentadas, se desmarca de su partido o su sector si cree de verdad en lo que sostiene y no teme las consecuencias, es disciplinada, a su vez que reconocida por todos sus pares como la más matea del Senado y además como ya dije lleva un bien tiempo metida en el cuento y es por ende una especie de referente de la oposición en democracia.
Claro que esta mujer no será presidenta del país, su sector en realidad es muy machista aún, ella misma también lo es, le falta ser más dulce y acogedora en la percepción popular, a pesar de su claridad mental muchas veces más parece un caballito de batalla que una figura aglutinadora de voluntades. Le tocó estar en la vereda de los que son líderes sin ser de la simpatía de todo el mundo. Su rol entonces a lo mejor está en dar un golpe en la mesa y asumir el desafío de ser la cabeza de la UDI, un partido que debe dejar de pensarse a si mismo como un club de Tobi seguidores de Jaime Guzmán y verse más como un activo partícipe de la actividad política nacional que debe generar propuestas y respuestas para todo y todos. Como ella es profundamente leal con su partido, pero también es muy inteligente, sería capaz de ordenar a los militantes, dar imagen de seguridad, no caer en la pelea barata y dar a su partido, ya sea como parte del gobierno o de la oposición, un rol más estratégico y con mirada de futuro.Repito, yo no comparto como ella piensa, y creo que eso es lo mejor de todo, ya que su frialdad y dureza en un régimen no democrático, como el que ella apoyó, no tendrían espacio, pero en democracia ha encontrado un espacio donde mantener su consecuencia a flote sin juicios de valor, sólo con el peso de sus argumentos.

jueves, mayo 22, 2008

 

Soledad Alvear

Abrió el Sernam, destacó como ministra de Justicia, fue el rostro y salvavidas de la campaña de la segunda vuelta de Lagos, como ministra de Relaciones Exteriores se empezó a perfilar como política, se embarcó en una fallida campaña presidencial, optó y arrasó en la elección al Senado, decidió tomar el desafío de dirigir y presidir la DC. De todo el curriculum de servicio público que de manera rápida y práctica he presentado, creo que el único error de la presidenta ha sido este último, del momento en que decide caer en la política partidista su imagen de líder nacional se desmorona y cede paso al politiqueo de cúpulas, de renciñas, de estrategias egoístas y de ceguera hacia la sociedad. Por que lamentablemente desde hace unos años la política partidista a seguido la filosofía del ombligo, o sea esa es la única parte a la que miran sus dirigentes cuando toman decisiones que supuestamente influirán en el país. Se puede argumentar que fue una estrategia de sobrevivencia, que si no tomaba el toro por las astas sería sepultada por la maquinaria colorina, pero ese desafío lo podría haber tomado alguien más, a lo mejor ese alguien no habría obtenido el nivel de apoyo que obtuvo ella, pero habría hecho el trabajo sucio y la habría dejado a ella seguir sus tiempos y una agenda más amplia.
Cuando decide postular a la presidencia de la DC me pareció arriesgado e innecesario, sin embargo, era una señal política que por un lado implicaba no postular a la presidencia del Senado tensionando su relación con la Presidenta, pero que la iba a mantener en la primera línea asegurando un rol que le diera figuración y no la hiciera caer en el limbo político donde habitan tantos que pese a sus ambiciones pasaron al olvido del pueblo. Pude llegar a entender esta decisión, no la compartí del todo, pero demostraba que ella entraba a pelear de manera evidente por sus metas y eso la hacia una figura pública más interesante.
Haciendo un paréntesis, siempre he creído que existen dos tipos de presidente básicamente, aquellos que toda la vida han querido serlo o llevan un buen tiempo con esa meta en sus cabezas, y aquellos que aparecen producto de cierta coyuntura o explosión mediática que los pone en una carrera presidencial que no formaba parte de su plan original. Aylwin, Lagos y Piñera, si llega a ser presidente, son de el primer grupo, ellos lo hagan bien o mal, llevan un tiempo mirando al país y pensando como enfrentarían cada situación, estableciendo una ruta de navegación y entrenando el carácter multifacético que se espera de un presidente. Frei y Bachelet son del segundo grupo, por distintos motivos llegan a ser candidatos y a arrasar en las elecciones, pero no parecen tener claridad sobre que esperan conseguir de ese mandato, tienen capacidad y tomarán excelentes decisiones de políticas publicas, pero en muchos momentos dará la idea de improvisación o de falta de manejo político de las situaciones. Frei recién ahora con un tiempo en el Senado, habiendo pasado una elección parlamentaria y habiéndose fogueado más con viajes e interacciones a nivel más de estadista, ha llegado a tener una estampa más similar al primer grupo.
A lo que voy con esto es a justificar en cierta medida la decisión de Alvear de presidir la DC, necesitaba mostrar no sólo capacidades en la administración pública y apoyo popular, era imperativo cimentar su liderazgo en un nicho político y en ese sentido conducir a la DC era un desafío que podía ayudar a lograr ese fin. Pero no estoy seguro si lo consiguió. Los celos que genera su imagen, la figura de su marido atrás, las rencillas de tal o cual grupo, el resentimiento de aquellos que se sienten desplazados y la envidia de sus derrotados adversarios, han hecho que en defenderse pierda el tiempo y no logre perfilarse como la figura cercana a la gente pero con soluciones desde el poder.
Este segundo periodo como presidenta del partido la desgastará, debería haber sido Burgos, Pizarro o incluso alguien más alejado pero que reconozca su mejor derecho a ser la candidata presidencial del partido como Belisario Velasco o Jaime Ravinet, quienes condujeran esta fase, que hicieran el trabajo sucio de la politiquería diaria, de la negociación y la hubieran dejado a ella seguir su camino de perfil más presidencial, más nacional.
Incluso he llegado a creer que la senadora debería retirarse a un segundo plano hasta que la coyuntura la ayude a resurgir, dejar esta vuelta presidencial y esperar las condiciones para reaparecer. La estrategia la ha resultado a Ravinet, Lagos y Escalona cuando tuvieron alguna derrota o el medio se les ponía muy hostil, demostrando de paso que son políticos y líderes de vocación al saber esperar y resurgir en los momentos en que la población lo aclama. Pero ya es tarde para eso, ya está metida en una campaña que no tiene retorno, ya es presidenta de la DC, tendrá que negociar, conducir y encarar la elección municipal que viene, tendrá que armar una planilla parlamentaria para el próximo año y va a tener que lograr despegar de esta carrera presidencial donde hay algo que no le permite encumbrarse. No tiene otra opción, no hay más nombres reales en la DC (Frei es más bien un comodín para tener amplitud de opciones y Trivelli está muy alejado de la realidad, sobre todo si nunca se ha enfrentado a una elección y las encuestas no lo contemplan básicamente) y seguir hasta la primera vuelta o hasta primarias, que pueden significar o el fin de un periodo agónico de su partido o una inyección de energía para los suyos que frente a una candidatura se rearmen y motiven con un proyecto común.
Como sea Soledad Alvear ha demostrado tener gran capacidad intelectual, humana, política y de responsabilidad social, ha tomado desafíos, ha aceptado entrar al juego y hasta el momento ha demostrado que aunque los medios y la politiquería mediática la quieran jubilar y enterrar muchas veces, ella electoralmente ha sido apoyada. Y en eso debe afirmarse, en el pueblo que se ilusionó con ella cuando la veía como una ministra ejecutiva, en esas mujeres que veían en esta primera ministra de la vuelta a la democracia no sólo a una mujer igual que ellas sino que a una que con demostraciones de eficiencia y solides les hizo saber que otro estilo era posible, que el poder les podía ser cercano y que no vale rendirse. A esperar que no se rinda y que si decide dar un paso al lado lo haga con la frente en alto y con la responsabilidad social que debe tener un gran líder.

miércoles, mayo 21, 2008

 

Fernado Flores

Este señor es brillante, pero falla en las formas, porque su fondo suele ser bastante visionario, realista e interesante. Pero como en la vida todo tiene más de una dimensión, es necesario preocuparse de todos los frentes. De lo contrario sucede lo que a este senador, quien aparece como soberbio y egocéntrico cada vez que sus posturas no son aceptadas, en lugar de dar el paso, explicarlas, aterrizarlas y llevarlas a cabo.
Pero vamos más atrás, cuando para la inmensa mayoría aparece el señor Flores en la política nacional, vale decir para la elección senatorial del 2001. La historia dice que su amigo Sergio Bitar lo convenció para postular al Senado por la circunscripción que representaba ya que él se dedicaría a otras cosas. Los rumores dicen que Bitar era mal evaluado en la región y probablemente no sería reelecto, lo que si lograría una figura nueva asociada a la izquierda concertacionista. Una campaña con muchos medios económicos, apoyada por antiguas figuras de la izquierda más movidas por la amistad con el candidato que otra cosa y esa soberbia paternalista que tanto gusta al electorado nacional, consiguieron que fuera elegido.
Su gestión rápidamente se caracterizó por las propuestas hacia la capacitación en tecnología, a mirar hacia el futuro, con políticas públicas más de avanzada y relacionadas con la computación, área en la que el senador había forjado su fortuna y trayectoria profesional. Hasta ahí impresionaba, traía un discurso fresco, no era un rostro político muy manoseado, tenía lazos con la izquierda por su época allendista y con el empresariado por su presente laboral, generaba confianza y presentaba solides en sus argumentos. Sin embargo, en un momento el señor Flores empieza a plantearse como figura presidencial. Asume un rol más político dentro de su partido, en teoría y públicamente rompe sus lazos con Bitar, empieza a jugar un rol más díscolo y menos alineado con la Concertación y presenta claras señales de hastío con lo que le ha tocado vivir desde el Senado. Las ambiciones presidenciales, muy legitimas por lo demás, siempre me llamaron la atención, porque no basta con uno querer ser presidente sino que es necesario que otras personas así lo quieran, y su nombre no aparecía en ninguna encuesta, mediaticamente pasaba bastante desapercibido y no tenia ningún arraiga en la opinión publica como llegar a pensar que podría ser una carta presidencial. Esta bien que tenga los meritos y las ganas, pero claramente la historia ha demostrado que no es así como surgen los candidatos, y definitivamente no es así como salen electos los presidentes, es un tema mucho más de masas, más popular, lo que lleva a alguien a La Moneda.
Sus peleas fueron aumentando, la sensación de ser un ente ajeno a su coalición política se fue haciendo una constante, no era considerado un interlocutor válido y a mi juicio su ego se resintió, no se sintió valorado ni teniendo el espacio que el creía merecer. Luego de un tiempo finalmente sale del PPD, con mucha parafernalia y forma junto a Schaulshon un nuevo referente, el cual hasta el momento es inclasificable, que presenta buenas intenciones por montones pero no ideas claras de políticas públicas ni de una ideología a seguir. Pero lo que más prensa le ha dado es formar parte de la ficticia bancada independiente. Ficticia porque ahí solo Bianchi es independiente, el resto fueron elegidos representando un partido y una ideología y por diversos motivos ya no están en ese grupo, pero sus planteamientos estuvieron y están lejos de ser independientes. Lo que aquí ha demostrado Flores es su tremenda ambición personal, su lucha de ego con Zaldívar, su ceguera política respecto al futuro de esta bancada y a fin de cuentas ser un mercantilista de la política al pasarle la cuenta a sus ex aliados y a la Presidenta por no sentirse valorado y respetado en su momento. Esta bancada no tiene futuro real, a lo mejor se extenderá un tiempo, pero la ciudadanía y la democracia terminaran con estos pseudo independientes, no por ser malo ser independiente sino que porque ellos no lo son y están ocupando el espacio nominal de un montón de personas que si lo son.
Pero volviendo a Flores, espero que su capacidad se canalice en pos del bien social y no en pos de dar la pelea a nivel cupular. Que alguna vez logre implementar sus ideas en Chile y que si sigue con su referente político lo haga para formar líderes con visión de futuro pero los pies bien puestos sobre la tierra, y no como un medio funcional de revancha. No sé si se presentará a la reelección el 2009, tengo mis dudas si saldría reelecto y me gustaría ver en que quedan sus ambiciones presidenciales que no creo tengan nada que hacer ni con la Alianza, ni con la derecha, ni con ese grupete con los que se junta en el Senado.

jueves, mayo 15, 2008

 

Lily Pérez

Destacable mujer de la política nacional, quien lamentablemente a pesar de su gran vocación no ha podido evitar caer en ciertos vicios de la politiquería nacional, restándole frescura y fibra a su imagen de dirigente de derecha para los nuevos tiempos.
Pero vamos por partes. Desde sus inicios como concejal de La Florida, donde dio una gran lucha llegando casi a ser su alcaldesa, esta mujer ha demostrado vocación de servicio público y coraje para asumir desafíos. Luego de su derrota en esas elecciones, optó por una candidatura a diputada, donde no sólo logró salir electa, sino que además rompió con el doblaje de la Concertación dejando a Marian Aylwin fuera del parlamento. Una vez dentro del congreso formó parte de una de las duplas fiscalizadoras más respetables y serias. Hasta ahí venia a refrescar la política, no cargaba el legado de una derecha dictatorial y patrona de fundo, tenía una vida más cercana a la de la inmensa mayoría de chilenos, representaba valores pero no acartonamientos ni conservadurismos rancios.
Pero luego a mi juicio cambió. En Renovación Nacional, su partido, se le podría asociar con los grupos más liberales, progresistas y que aportan la parte de centro a esta coalición de centroderecha que es la Alianza. Pero llegó el momento en que Lavín era el candidato indiscutido de la oposición y ella se cuadró con él, cerrando fuertemente la puerta a las posibilidades del eterno candidato Piñera, dando una sensación de total alejamiento de este. Al tiempo Piñera logra su cometido de ser proclamado candidato presidencial y casi como orden de partido no sólo ella adscribió a esta candidatura sino que además se convirtió casi en una francotiradora contra Lavín y su partido, cosa explicable desde la lógica electoralista, pero que la alejaba de esa política de nuevas actitudes y la acercaba a la mezquina antigua forma de actuar de los dirigentes.
En este escenario asumió un importante desafío cómo fue ser candidata al Senado por la circunscripción donde se encontraba su distrito, acompañada en su lista por un fuerte Pablo Longueira, y dar la pelea para ser la representante de la Alianza en el Senado, ya que era claro que sólo uno saldría electo. A pesar de su buena campaña, de sus esfuerzos y del apoyo que le dio Piñera, no lo logró y quedó fuera del parlamento. Poco tiempo pasó para que se integrará a la mesa que actualmente dirige Renovación Nacional, convirtiéndose en una figura fundamental de ella, en ocasiones demostrando más capacidad política que el propio presidente del partido y completando su curriculum de cargos con uno que no siempre es atractivo pero que a mi juicio es necesario para demostrar la versatilidad, capacidad y amplitud de un dirigente.
Y en eso está ahora, pero claramente no es el fin, ya que con ese afán que tienen algunos de negociar a través de los medios, de hacer política en base a dudosas fuentes y más bien jugar ajedrez al momento de definir la nomina de candidatos que de buscar a los mejores representantes para presentar al electorado, su nombre se ha convertido en el comodín o carta de negociación con la que RN está yendo a varias de las peleas. A estas alturas cuesta creer que esté siendo pedida por las bases para ser candidata a alcaldesa de Santiago, senadora por la Quinta Costa, senadora por la Séptima Sur y quien sabe cuantas opciones más aparecerán. No sé si lo hacen para amenazar a sus compañeros de Alianza, si no la quieren desaprovechar por ser una figura a nivel nacional que podría tener buenos resultados en gran parte del país, si es su ambición personal que la hará emigrar más en busca de un cargo de alta envergadura que de una representación realmente válida. Porque para mi ella hizo el camino desde La Florida, concejal, diputada, podría haber sido senadora y ahora con una cargo en la dirigencia de su partido, todo coherente, a lo mejor lo que le quedaría es repostular a alguno de los cargos que ya tuvo, esperar la siguiente elección senatorial por Santiago poniente o en el mejor de los casos buscar alguna otra diputación o alcaldía entre las comunas que forman esta circunscripción y que ya conoció largamente durante su fallida candidatura. Pero el lazo real que puede tener con las zonas ya nombradas parece ser más político que real, por mucho de que a lo mejor haya razones sentimentales, que las desconozco, o que tenga un ferviente interés por tomar nuevos desafíos. Díganme utópico pero para mi los representantes de un lugar deben ser aquellos vecinos de la comunidad o de la zona que mejor los represente, deben ser de ahí o tener una fuerte relación con ese lugar, para hacer del parlamento y de todos los cargos de representación un real grupo de personas mandatadas por e identificadas con el pueblo para dirigir en pos de esa comunidad como parte de una conciencia nacional amplia e integral. Jugar con las posibles candidaturas, mostrarse tan disponible para todo y ser un comodín le va restando validez a su capital político y desde mi punto de vista le quita el frescor post dictadura que tanto cuesta encontrar, aún hoy en el 2008.
Espero verla por siempre en política, respetuosa pero jugada, defendiendo sus posturas y encarando desafíos sociales que nos hagan crecer como nación y que independiente de la coyuntura política mantenga una sola y clara línea.

miércoles, mayo 14, 2008

 

Adolfo Zaldívar

¿Cómo hablar de Adolfo Zaldívar siendo objetivo y neutral? La verdad, eso para mi es imposible y sólo lo lograría si hiciera una recopilación de hechos que forman parte de su vida política sin ningún comentario ni sesgo, pero acá lo que quiero es opinar, sin ofender, sólo dando mi punto de vista personal sobre una persona que se quiera o no está convertido en un actor de la escena política actual de Chile.
Primero que nada, creo que es una persona caracterizada pro su ambición, lo que no es del todo negativo, y que ha demostrado a través de sus actos que sólo es consecuente y leal con el mismo. Ambas cosas son importantes en un líder y deseables ojala en todas las personas si saben manejarse con responsabilidad y respeto hacia el entorno. Y es en ese punto donde falla, ya que al buscar conseguir sus intereses personales le ha faltado el respeto a su sector político, a sus seguidores y a la población.
Por una parte siempre ha formado parte de la Concertación como una especie de alumno condicional o socio adjunto. Vale decir, ha sido parte de este grupo en razón de su conveniencia y no necesariamente de manera responsable con el conglomerado del que el formaba parte. Es cierto que son personas y no un rebaño que debe seguir una orden, pero en política y en la vida hay que saber tranzar y ser leal cuando no es el planteamiento de uno el que se impone. Eso es precisamente aquello de lo que careció el senador Zaldívar, puesto que cada vez que estuvo en desacuerdo atacó y esparció su malestar sin medir consecuencias, más bien sin pensar en las consecuencias que tenia para su sector político, porque las consecuencias hacia él las tenia muy claras. Si hay algo que lo caracteriza es su inteligencia y en el hecho de no dar puntada sin hilo. El sabe lo que hace, que quiere conseguir y hacia donde va, que eso sea bueno para el medio que lo rodea es otro asunto.
Ahora es presidente del Senado, dándole un respeto a la autoridad que el nunca ha respetado mucho. Pero así como llegó al poder gracias a la Alianza también llegó al Senado gracias a la Concertación. Tampoco llegó por una querida región en la que intentó e intento hasta lograr salir electo, antes fue nada menos que candidato por la tercera región. Alguien podría pensar que esa facilidad para moverse de un punto del país a otro es la prueba de su liderazgo a nivel nacional, que no importan por donde se presente logra representar al pueblo chileno, para mi es básicamente oportunismo y una no menor cobardía, ya que ocupa esas trincheras para apoyar sus opiniones, las que a la larga no buscan nada más que su beneficio personal.
El tipo es inteligente, tiene buenas ideas, rigurosidad y orden, logró ordenar la DC en su momento, pero se envicio. Planteo la reforma al modelo, que como concepto contó con mi apoyo, pero sólo ocupó esa idea como un lanza bombas para oponerse a todo, sin llegar a hacer nunca propuestas para modificar el modelo, ni como senador, ni como presidente de la DC en los momentos en que se hacia el programa de gobierno de Bachellet, y me atrevería a decir que tampoco lo hará ahora desde la presidencia del Senado. A todo esto este cargo a mi gusto se ha ido transformando en una presidencia de consuelo, Andrés Zaldívar, Eduardo Frei y ahora el colorín han pasado por ahí luego de tener que bajar sus intenciones de ser presidentes de la república (cierto Frei lo fue, pero no lo consiguió una segunda vez como él quería).
Su futuro político es una incógnita para mí, dudo que si va como independiente o como candidato externo a una de las dos coaliciones logre mantener su cupo en el senado. Su nuevo referente político mientras no tenga fondo y forma tendrá el mismo futuro de otras coaliciones de escindidos de otros partidos y su idea de ser presidente de Chile me atrevo a decir que nunca llegará a ser un hecho.Espero de verdad que a futuro ocupe su capacidad en más que confabular y trabaje en pos de los chilenos realmente, como alguna vez lo hizo de manera destacable en el pasado.

martes, mayo 13, 2008

 

Editoriándome

Retomando una vez más la idea de hacer de este blog una columna más de opinión que una suma de vivencias personales, decido retomar la senda de la política. Los próximos escritos que iré subiendo a partir de ahora y por un tiempo se referirán a distintos personajes de la política chilena, sobre las cuales sus actuaciones presentes o pasadas me han llamado la atención y me gustaría comentar.
Pero antes de eso y a modo de introducción o editorial respecto a alguna de las posturas que emplearé para opinar sobre estas personas, les comento aquí dos puntos que me parecen que cada vez deben de ser más intransables si queremos construir una democracia de verdad. Primero el sistema binominal, más allá de si su modificación es votada favorable o contrariamente en el parlamento, me gustaría llamar la atención sobre los hijos del binominal, vale decir, de aquellos que si no fueran por este sistema no habrían tenido los votos necesarios para estar en el parlamento o municipio, o sea los que fueron arrastrados por el caudal de votos de sus compañeros de lista. Espero tener el tiempo de hacer una lista de los beneficiados por este vicio de la ley electoral, para que vean que muchos aquellos de los que se sienten ungidos por el mandato popular realmente no lo fueron y si hubiera dependida de sus votos estarían dedicados actualmente a otras cosas.
En segundo lugar, me gustaría referirme al político comodín, ese que es candidato en diferentes zonas del país, a diferentes cargos, siendo elegido o no, y que no tiene empacho en cambiarse de área si la “dirección del partido” así lo decide. Claro, porque esta gente tiene más lealtad a su partido que a sus electores, lo que es debatible y no del todo contradictorio, por lo que se mueven con sendas campañas pro todo el país con tal de validar su presencia en la escena política nacional con el voto del pueblo que ellos tanto valoran.
Y ojo, acá caerán personajes de todos los bandos, con comentarios favorables y adversos, que en ningún caso buscan tirar lodo sobre ellos sino que sólo generar alguna reacción de parte de, la a veces dormida, opinión publica chilena.

 

Acá vamos ... de nuevo ...

Cuesta escribir acá cuando no hay tiempo, cuando las buenas ideas se me ocurren cuando estoy lejos del teclado y especialmente cuando sé que ya existen dos lectores que saben quien soy. De cierta manera este blog se convirtió en una ventana para que me conocieran mejor, pero con eso a su vez perdió el carácter anónimo que me daba tanta libertad. Ahora me he descubierto autocensurándome, decidiendo no poner ciertas cosas, y con tantas cosas que suelo reservarme no es fácil encontrar un tópico para explayarme sin que me de algo de vergüenza que luego lo lean.
También con esto se abre la oportunidad de retomar, nuevamente, la idea inicial de este blog, vale decir, dejar de lado los relatos tan personales y llenos de sentimientos y convertirse en una columna de opinión sobre diferentes cosas, de interés general, desde mi muy particular punto de vista. Opinar, fundamentadamente cuando corresponde o de manera antojadiza y visceral cuando simplemente manifiesto un parecer mío, propio.
Sobre política que me encanta escribir es una de las cosas sobre las que escribiré. Ahora con la amplitud de estar en España y atreverme a dar mi punto de vista sobre lo que aquí pasa. Eso sumado a lo que veo va pasando por Chile, que es claramente el tema que mejor domino.
También, con la ventaja que da la distancia física, temporal y mental, aprovecharé de emitir opiniones sobre medios en los que viví y me desarrollé y que ahora más ausente puedo mirar des una tribuna más fría, menos pasional y más práctica.
De seguro también se colarán cosas personales listas de lo que sea, arrebatos de locura, de ira, alegría o melancolía. Además no hay que olvidar que sin importar el tópico sobre el cual escriba, el que está detrás de estas líneas soy yo y que de todas maneras se colará un poco de mi y de mi verdad.
Siento que puedo culpar de esta ausencia del blog a mi falta de pasión, por algún motivo la perdí, luego de ser esa motivación que me llevó a dar el paso que me trajo hasta acá, ahora no la encuentro y cualquier idea queda en eso y no logro encontrar en mi los argumentos ni las entrañas para desarrollarlo.
Este blog fue creciendo como una escapatoria en las horas de trabajo, cuando no tenia ganas de trabajar y tenia que parecer que si lo hacía, entonces escribía y mucho, lo que se me ocurriera. Ahora no tengo tantos tiempos muertos frente al computador, o más bien si los tengo, pero no debo aparentar que estoy ocupado en algo muy sesudo, simplemente puedo parar o dedicarme a navegar por Internet en busca de aquello que en ese particular momento me motive.
Y así gente, espero retomar ahora y ser capaz de generar algunos de esos escritos que incluso a mi me sorprenden y emocionan.
Ya veremos.

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