pastor

Vamos a ser zorrita. Perdón voy a ser zorrita. Esa mala costumbre de hablar en primera persona plural la encuentro nefasta y cobarde. Es como echarle la culpa a un grupo de gente, cuando en realidad es uno el que está tras eso.
Pero volviendo al punto, he decidido ser un maldito. A lo mejor no seré maquiavélico, simplemente seré menos bueno. La sacaré punta a mi sarcasmo. No atacaré a la gente, pero seré menos sutil, más directo. Sacaré a trote a las pobres mentes que me rodean, les exigiré estar despiertos, vivos, o siguen mi ritmo o se quedan atrás.
Se acabó la buena ando así como así. Seré simpático como siempre con quienes lo merecen pero no con todos. Eso se acabó. Lo justo era tener una actitud buena con la gente y mostrar el lado oscuro solo a quienes lo merecían. Ahora será al revés, mostraré el lado grato a quienes yo quiera, porque se lo ganaron o porque simplemente me cayeron en gracia.
Ser más frío es una posibilidad no tan lejana para empezar. He descubierto que a los ojos de varios ya lo soy, por lo tanto no debe ser tan difícil. Menos expresivo, quitar expresividad a mi mirada o darle un gesto menos acogedor. No ser físico por nada del mundo. Por supuesto, no ponerse rojo en publico. Eso es básico, para que vean que lo mío es serio. Total que importa, no quiero más amigo, con los que ya tengo es suficiente y eso está más que demostrado.
Triste realidad la mía, pero es una buena coraza para que dejen de herirme.

Ya se exorcizó todo.
Me relajé.
De a poco va funcionando esto de salir menos, descansar más y mejorar la calidad de mis panoramas.
Bien combinado todo, un poco por aquí otro poco por allá, nada forzado y con mucho tiempo para mí en el fondo.
Si todo sigue tal cual a lo mejor entro a un nuevo periodo bueno, a lo mejor me toca ese polo.
Ya veremos.

La obra de teatro que más me ha gustado en mi vida fue Río Abajo, de Ramón Griffero. Una de las dos obras de teatro que he ido a ver más de una vez. Hubo otra, pero por otros motivos que no vienen a lugar.
Río Abajo era impactante, coral, con demasiadas situaciones ocurriendo a la vez, con muchos mensajes y por lo tanto una sola vez no era suficiente para realmente apreciarla. Tampoco lo fueron dos veces, pero al menos pude tener una mejor idea.
La primera obra de teatro que recuerdo, o más bien que recuerdo que me haya gustado fue El Principito, era un pendejo, fui con mis viejos, y se convirtió en mi libro de cabecera por mucho tiempo.
Otras obras que me han marcado por diferentes motivos fueron Art (donde todos reían cuando yo callaba, y yo reía cuando el resto callaba), Mala Onda (en el teatro nacional, de mis primeras incursiones solo al teatro, siguiendo mi fascinación por la obra de Fuguet) y El Hombre de la Mancha (musical, fue mi abuelo con nosotros, muy buen recuerdo, emotivo)
El teatro siempre me ha gustado, me gusta ir solo, no tengo una predilección definida por ciertas obras, es como todo en mi una cuestión de piel, siento atracción por una obra, me obsesiono y termino yendo con una mezcla de sentimientos. Como todo en mi es un proceso, un goce, con culpa a veces, con ansiedad siempre, con felicidad... definitivamente.
Y mi atracción por el teatro no termina ahí. Esas personitas que se paran sobre las tablas a representar esas historias que nos cautivan, parecen ser mi debilidad. Si les contara no más...

Si no estoy en confianza no soy capaz de sociabilizar, me cuesta mucho, no logro tener fluidez y solo soy cordial. O sea hablo poco, no profundizo, soy rígido y no logro espontaneidad.
Eso, a nivel personal, o sea en carretes, no es tan relevante, ahí se puede lidiar con eso y es hasta bien visto no ser pinturita. Tampoco lo paso mal cuando estoy así, me dedico a observar, como, tomo, fumo, me río, en general lo mismo que todo el mundo, solo que hablo poco.
Además he descubierto que soy frío. Varias personas me han dicho que soy poco expresivo, que probablemente con mi jefe debo ser el tipo más gélido del mundo. Yo no me veía así, pero me he dado cuenta de que no logro ser efusivo, ni siquiera imponiéndome una sobre reacción para cumplir.
En el ámbito laboral, el autismo que me embarga en ambientes donde no me siento en confianza es un punto negativo. Debo ser capaz de desenvolverme con más soltura, ser más cordial, saber responder, tanto aspectos técnicos como triviales. Reír cuando sea necesario. Interactuar aunque no profundice. Marcar más presencia en el fondo.
La discreción es muy valorada y eso es lo único que me salva.
De todas maneras este es un tema que debo trabajar.

Honesto. Tan fome como suena. Quiero ser honesto. Que lo que emane de mi sea honestidad. Que mi trabajo se describa como un trabajo honesto. Que mi actuar también lo sea y que mi vida siga esa senda.
A pesar de lo fome y básico que suena, no es algo tan fácil. No mentir, decir siempre la verdad, respetar la autenticidad de las cosas, de las personas, del medio. Decir y hacer lo mismo. Pensar las cosas con el corazón, con la cabeza, con el cuerpo y no contradecir a ninguna de esas partes. Ser sincero con uno mismo, tanto o más que con el resto.
A eso aspiro. Es una aspiración. Al menos un avance. Pero falta mucho.
Honesto!!! Ok?

Lo único que tengo claro es que quiero evadirme. Mientras no encuentre una solución lo mejor será evadirse.
Tengo dos alternativas para eso.
Por un lado está aislarme. No salir, ver a la menos gente posible, reducir mi vida social a un estado basal y concentrarme en leer, ver tele, dormir, escuchar música, navegar por Internet, caminar, en general, hacer todo aquello que se pueda solo, que mantenga mi mente ocupada y que hasta incluso pueda llegar a ser algo provechoso.
Por otra parte siempre está la alternativa contraria, vale decir, carretear, salir, bailar, tomar, botar energías y rabias, con movimiento y acción. También puede ser una actividad solitaria y algo ególatra, ya no bailaré con nadie, no habrá plan de conquista, solo bailaré conmigo. Esta alternativa es en su superficie más sociable.
Como sea, cualquiera de las dos cumplirá la función de ocuparme en otras cosas mientras me recupero y rearmo.
Todo por creer en ti, como antes fue en ti y como seguro en un futuro será en ti.

Lo siento, prometí dejar la rabia atrás, pero no sabia que me habían cagado.
O sea yo pensé que simplemente era indiferencia. Pero ahora nuevamente descubro que fui usado, a lo mejor no hubo mala intención inicial, pero el efecto fue el mismo. Vale decir, me siento tan penca como antes.
Había abierto esa ventana y me equivoqué. No di el ancho. Fui iluso. Mucha ilusión poca realidad.
Pero ya no hay rabia. Lo que sí hay es una pena tan grande que me tiene sin ganas. Tratando de dormir mucho, sin lograr motivarme y viendo mi futuro más ligado a lo profesional que a lo personal, ya que en esto último soy un desastre. No lo puedo manejar. Y aquello que no puedo controlar me produce angustia, no sé como actuar y por ende prefiero evitarlo. Sé que eso no se puede hacer por siempre, pero al menos mientras pueda evitarlo lo haré.
Siempre había pensado que uno tenia un rol en la vida y que lo más honesto era cumplir ese rol de la mejor manera posible. Pero ese análisis tan frío y practico se me hace mierda cuando descubro cuál es mi rol y que la verdad no me gusta. Pero tengo que cumplirlo, de la mejor manera posible. Debo ser funcional, cumplir mi rol de bisagra y seguir adelante.
Lo irónico es que mientras más vacío me siento en lo humano más avanzo en lo profesional. Es como que me voy frivolizando. Me van más eficiente y confiable. Y la verdad eso es buenísimo porque en pocos meses he crecido en la empresa como nunca lo había ambicionado. Es rico, debo reconocer. Se alimenta el ego. Pero nada más. Eso no calienta mi cama en las noches. No me acompaña en los momentos de angustia, ni comparte una cerveza conmigo.
Pero bueno, para no petrificarme tanto seré el mejor hermano, hijo y amigo que se pueda imaginar. Estaré ahí para todo, por siempre. Viviré mi humanidad a través de ellos. Sin que lo sepan me haré miembro de sus familias. Serán mi salva vida pero sin nunca saberlo.
No quiero compasión. De hecho sé que esto que escribo no va a ser leído por nadie. No pronto al menos. O a lo mejor lo lea alguien que no me conoce y así estoy a salvo. No me gusta que la gente vea o perciba lo que siento. No soy de dar muestras de cariño en publico. A lo mejor en eso fallé. A lo mejor en muchas otras cosas. Pero no puedo torturarme viendo eso. Es mejor pensar que simplemente no era para mi. No estaba escrito.
No cumplí con este blog, pero la vida tampoco cumplió conmigo. Estamos a mano.
Por ahora.

No soy apasionado por nada. Nada me tira tanto como para seguirlo con devoción casi enfermiza.
A lo mejor esa falta de pasión es lo que me hace parecer un tipo tan chato, con poca energía. No estimulo a nadie. Yo soy un Volvo, doy seguridad, garantizo seguridad, pero nadie se emociona por andar en él.
Tengo mis gustos musicales, pero no soy ni por cerca un fan. Alguna vez lo fui en cuanto a la literatura, descubría un autor y quería leer todo de él y rápido. Pero también ya paso.
Me gusta viajar, comer, cocinar, caminar, sacar fotos, pasar horas en Internet, y nadar. Pero ninguna de todas esas cosas se me hacen esenciales.
A lo mejor eso es lo normal, pero ya que soy un freak seria bueno serlo por algo más emocionante y no solo por estar cagado de la cabeza.

No me gusta ninguna teleserie.
Charly Tango es poco jugada, algo chata y aunque es divertida es de esos productos que dependen más de las externalidades que de sus propios atributos para triunfar. Conozco el trabajo que hay atrás, lamentablemente no dieron con la tecla esta vez. Una lastima.
Floribella, es livianita, casi una burla a veces. Es divertida es cierto, pero me agota y al poco rato uno ya no quiere verla. Además la historia es archí conocida, por lo que lo único interesante son los matices, pero el grueso es demasiado obvio. Y con algo así no se resisten muchos meses.
Montecristo puede ser buena, pero es muy auto engrupida, un poco sobre actuada y da la sensación que se sentían grandes antes de empezar. Por eso aunque es buena, cansa tanta seriedad. Esta bien la vuelta al drama, pero no todo es tan denso como acá.
Disparejas si hubiera durado dos semanas habría sido notable, intensidad, historias buenas, sacar los rellenos y llegar a puerto rápido. Pero como es una teleserie y debe durar más meses caen en la tentación de alargar las escenas, las historias y de aburrir. Casi uno está esperando la próxima escena de sexo para aguantar tanta escena que gira sobre lo mismo una y otra vez.
Así las cosas no seguiré con devoción ninguna, probablemente igual las veré, pero no con la lealtad de antaño. Este año no fue bueno en cuanto a teleseries, al menos a mi parecer, pero no pierdo las esperanzas que sigan siendo cada vez más y de mejor calidad, porque guionistas buenos hay, actores también, entonces es cuestión de tiempo y de suerte para encontrarse con algo que tire otra vez.

Se cierra el capitulo. Paremos la hemorragia y empecemos a coagular.
A lo mejor seguirán apareciendo algunos síntomas de recaída, pero la crisis la vamos a dar por terminada y superada.
¿Algo más?
Sí.
Que con esto no me cierro, simplemente me replanteo.
Que esa palabra tendrá que esperar un rato antes de poder salir de mi boca.
Que incluso esa persona puede tener otra oportunidad, pero con un escenario diferente.
Que no hay que guardarse nada, aunque duela, sacarlo todo.
Eso y mucho más que en desorden y en mi cabeza está. Y pronto lo estará aún más claro.
Pasao pisao.
Eso espero.

Nunca he sido bueno para llorar, menos para hacerlo en publico.
Tampoco suelo decir te quiero o alguna otra frase que exprese cariño.
Soy más de gestos, de mensajes entre líneas donde quien me conoce puede leer y conocer mis sentimientos.
Alguna vez alguien me dijo que debía dejar que me quisieran.
Y de verdad lo he querido, pero no lo han hecho. O no lo suficiente. O no lo he notado. O no han sido las personas que yo he querido que me quieran.
Ahora estoy una vez más sumergido en la impotencia de querer hacer algo y no hacerlo, ya sea porque no sé que hacer, o porque soy un cobarde, o cualquier otra razón que explique el porqué de mi inmovilidad.
Mi cuerpo se expresa. Anda sin ganas, la nuca me mata (si, si sé, viene muy a lugar eso de “te están pegando en la nuca”) Duermo mucho, pero no descanso. Sueño intensamente, con situaciones estresantes, pero de trabajo. No logro soñar con esa persona y eso que me duermo intentándolo. Pero los sueños no se guían, no se obligan, eso lo aprendí hace mucho. No sé si los sueños hablan, pero por el momento no me dicen lo que quiero escuchar y eso me da una rabia que para variar no expreso.
Gente!!! Entiéndanlo!!! No soy expresivo, no me pregunten que te pasa, descúbranlo, si de verdad les interesa dense el trabajo de explorar más de cinco segundos en esa cabeza rodeada de pelos ya con varias canas. Y les digo que busquen en mi cabeza, porque mi corazón está seco, no hay vida. Es como en Marte, donde hay vestigios de vida, preo actualmente no la hay y las condiciones no apuntan a que la vaya a haber pronto.
Hoy me corte las uñas, así que ya no harán daño. Tampoco nunca quisieron hacerlo. Son como yo, crecen, sin molestar a nadie, y un día sin saber como ni cuando se eliminan, no van más, hay que darle paso a las que vienen, uds o yo ya no estamos bien considerados, ya no servimos, a la basura y sin quedar ni un restito que alguien pueda mirar con asco o molestia.
Dormir es fácil, descansar no lo es tanto. Yo solía decir que sabia como descansar, sin dormir, ocupando mi mente en otras cosas, siendo libre y haciendo lo que se me viniera en gana. Pero ahora ya no sé descansar, mi cabeza no me deja. Ella no puede descansar así que yo tampoco, o ambos o ninguno, es lo justo, yo la puse así. Pero quiero dormir, mucho, todo el tiempo posible, interactuar poco, recobrar mi burbuja, esa que deje de lado cuando terminaba el colegio y que ignoré totalmente al entrar a la universidad. En mi burbuja estaba solo, pero así nadie me molestaba. Si el sentimiento es el mismo tanto dentro como fuera de ella, prefiero estar adentro donde solo yo me haré daño y para eso estoy preparado.
Escribo y escribo, pero no me desahogo, solo voy visitando nuevos rincones de mi ira, de mi plátano podrido, de mi niño sidoso, que solo inspira ternura, pero que nadie quiere. La idea no es concluir, no es llegar a ningún tipo de conclusión. Las muñecas no me lo advirtieron, solo me vieron enredarme, dejaron que me leyera, dejaron que fuera su inspiración y ahora se acompañan ahí. Eran sus amigas pero me lo podrían haber advertido. Mínimo. Por buena onda simplemente, ni siquiera fumé para no molestarlas, ni me quede a dormir para no invadir su espacio. Un poco de consideración muñecas.
Esa sonrisa maldita, esa que uso para contarme que me extrañaba, para decirme imbecil de esa manera en que ya no es un ataque, esa sonrisa que hizo que todo el mundo a su alrededor se extrañara. Esa sonrisa poco habitual en su persona. Esa sonrisa que me llevará a llorar potencialmente, pero aún no, por el momento solo trato de recordar como se hace. No es fácil, no se hará en publico, es una función privada, a la que nadie está invitado. Solo su poesía y mi chocolate negro.

No supe expresarme bien. Mis palabras no fueron suficientes, confié además en mis ojos, que suelen ser muy indiscretos, pero ellos tampoco lograron dejar en claro lo que estaba sintiendo.
Ahora estoy en la incertidumbre, no sé si voy o no más. Repaso una y otra vez cada uno de los diferentes momentos y no encuentro explicación. Si decido mirar de manera negativa encuentro un y mil errores, pero sé que no es real.
Como cambió todo en una semana. Pasé de la alegría interna, laboral, familiar, a una semana de angustia, inconformismo y vértigo. No sé que esperar, ni tampoco sé si debo esperar algo, solo vivir, tranquilamente, relajadamente, casi como si no fuera yo. No es tan fácil ver la vida pasar como me gusta tanto decir. Me niego a ser artista invitado en mi vida, debo ser el protagonista, el antagonista, el villano de turno y el personaje incidental, debo ser yo quien lleve la trama.
¿Hacia donde va todo esto? No sé, simplemente trato de expresar de diferentes maneras mi realidad, mis sentimientos y mi estado. Es una de tantas fotos que trato de sacarme y que como cualquier foto solo reflejan el momento en que se hizo.
De mi familia no puedo hacerme cargo. A mis amigos no los puedo obligar a quererme más. Mi trabajo es solo eso trabajo, no un refugio. Solo tú eras la diferencia, eso que podía condimentar todo de una manera especial. Y si no vas más me quedo sin condimento, como comida sin sal, como hipertenso, esperando una escapadita en mi dieta, aunque eso reviente mi corazón.

Este fin de semana tengo ganas de no carretear, pero seguramente saldré igual.
Quiero ser una oruga, dormir, estar acostado viendo tele, solo levantarme para ir al baño y al computador.
Saldré para yoga, y para un cumpleaños que tengo.
No quiero que me llame. No quiero que me escriba. No quiero saber nada. Porque caigo fácil, redondito y perdono todo. Y eso no debe ser.
Quiero comer rico. Regalonear. Que me regaloneen y regalonearme yo mismo.
A lo mejor es momento de leer, todo eso que tengo pendiente. Conversar con mi mamá, hace tiempo que no lo hago. O caminar, solo, bajo la lluvia, con un libro, de café en café, sacando fotos. Ser autista un buen rato.
Pero seguramente eso quedará en intenciones. Una linda, hermosa, e inspiradora declaración de intenciones.
Por la madre que soy contradictorio.

USELESS PIECE OF SHIT!!!
Esa es lejos una de las frases que más me gusta. No basta con ser un pedazo de mierda, sino que además no sirves. JA!
Simplemente genial, potente, prácticamente no es grosera, pero te hunde bastante bien.
Y en este minuto me representa, me representa a mí y a lo que siento con respecto a mucha gente que me rodea. En la pega, y en la vida diaria.
Me agote de la buna onda cabritos. Me agote de ser monedita de cambio, de ser livianito, de todas esas porquerías que usan para definirme, para decirme que ni sumo ni resto.
Hoy seré una bosta, trabajaré lo básico, me iré más temprano, sin ningún cargo de conciencia, de hecho, me iría antes de no ser por una estúpida reunión que se me ocurrió fijar. Pero tan pronto pase eso me marcho, y a tomar por culo todos macho!!! Al que le moleste que se lo banque. Mucha rabia acumulada, mucha tensión. Me están fundiendo, y lo peor es que no se dan cuenta. Creen que soy un saco sin fondo donde echar toda la mierda que les sobra.
Pues no gente, ya no más!!! El que me tire mierda la recibirá de vuelta y con interese. Ya he dicho que mi rabia es visceral, que mi sentir es orgánico y por lo tanto puedo escupir más y más fuerte que ustedes. Hasta el momento me creían extraño, a veces loco, otras fome, estúpido, gordo, feo, latero, pero ahora me verán negro. Me fui a negro y se acabo la luz para ustedes también.
La ambición me guiará, hasta el fin probablemente, pero así llego antes, no importan los costos, lo importante es llegar e irme rápido a la cresta.
Mucha rabia en pocas palabras? En pocos días? En tan poca persona? Pues si, que quieren que la dosifique para que estén más cómodos? Para que la puedan asimilar? No señores, sin consideraciones, sin anestesia, ni un kitadol para ustedes.
Eso por ahora, ya no más, me fui.

Mi cabeza ha dado vueltas desde ayer en la tarde.
Se me ocurren muchas respuestas, ninguna me gusta, ninguna me representa a cabalidad.
Es rabia, es pena, es desilusión, es insatisfacción, es nada y es todo a la vez.
No quiero psicosis nuevamente. No quiero desesperarme ni pensar que el mejor y único camino para mí es la soledad. Encerrarme en mi metro cuadrado. No abrir ventanas, reclasificar a los que ya están adentro y abrirles la puerta si es necesario. Mirarme el ombligo y hablar con mi mano.
A lo mejor estoy siendo apresurado, melodramático. Quizás mañana cambe de opinión y le sonría a la vida, pero hoy al menos no quiero más. Desaparecer una y mil veces, todas las que sean necesarias para estar a gusto, cómodo, sin más miedos.
Un monstruo en lo profesional, sólido, a prueba de balas, ambicioso, trepador, eficiente, cumplidor. Aprender a blufear y buscar el mejor postor. Ponerme un precio alto y exigir más. Venderme, rematarme, liquidarme o incluso permutarme. Perder todo rasgo de humanidad y ser un ente. Atractivo, interesante, admirable y envidiable, pero un ente al fin y al cabo.
Saber mentir tan bien que hasta yo mismo crea en todas esas mentiras. Crear un mundo paralelo, ideal, donde no entran ratas, o mejor dicho, donde las únicas ratas que habiten sean las mías, las que yo seleccioné.
Comer, beber, pero no amar. Follar si lo necesito. Una vez al año o mil, no importa, que importancia tiene, si para mí al menos hasta el momento no significa nada. O significa mucho, y a lo mejor por culpa de esa falta, de ese error, divago así.
Dices lo siento, pero yo lo siento aun más, porque de una patada me bajaron del Cristo redentor y me devolvieron al cuartito aquel del que no debería haber salido. Me dices la verdad, pero esa verdad duele, cincuenta por ciento de descuento por reconocerlo no salva la situación, solo le da un aire, pero no permite evitar que me asfixie.
¿Vomitar servirá? A lo mejor si, de paso pierdo unos kilos. De paso boto algunas otras cosas y me siento feliz y dichoso. Y flaco, y admirable, y envidiable, y receptor de miradas llenas de dudas, de rumores. Nadie sabe lo que me pasa y nadie tiene por qué saberlo. Solo aquellas ratas que yo decida dejar entrar por mi ventana.
Al resto que se los lleve el viento. Tan lejos como estas palabras algún día.

Por eso me gusta Coser. Una película que se me olvidó poner en la lista que hice hace un tiempo. Pero una película que de verdad me llegó y me hizo mucho sentido. Relaciones humanas, urbanas, sórdidas, llenas de silencios, de acciones, de malas acciones, de acciones olvidadas. Sentimientos mal usados, egoísmo, individualidad y amor. Si esa maldita palabra que tanto odio y que a la vez tanto me determina.
Una película para adultos con criterio formado, como le dije a mi madre. Una película no para entretenerse, sino que para dar una vuelta de tuerca y mirar, mirar la vida que estamos llevando, el entorno, a los demás y al interior de uno mismo.
Una película guapa, glamorosa, con estilo, fría, superficial si se quiere, profunda también, una película como el mundo de hoy, llena de contradicciones, de luces, de sombras, de carne, de sangre, de espíritus.
Esa es mi postura hoy. Ser real gente, pero serlo pronto. Antes de que terminen siendo por uno y ya no haya nada que hacer.
Vean Closer. Después me alegan.
Por eso me gustó.

Pena y miedo. Dos sentimientos que me rigen, me marcan, me acompañan y me determinan. Dos sentimientos que marcan mi bipolaridad, ya que los detesto pero los busco a la vez.
El miedo me paraliza, siempre he querido investigar sobre el miedo, sobre como este puede determinar a una persona y su vida. Como este puede hacer cometer errores o perder muchas cosas por el puro hecho de no atreverse a dar ese paso.
La pena, es como un sino para mí. No me veo una persona triste, más bien la gente me ve como alguien alegre, liviano, simple y a veces un poco loco. Fome también, pero nunca como una persona que sienta pena. Pero sí la siento, y más seguido de lo que quisiera. Me llega rápido, me llega por distintas causas.
Y ahora que he logrado controlar un poco el miedo, es la pena la que me tiene sentado, sin ganas de moverse, sin otra motivación que escribir, y tratar a través de todas estas palabras de externalizar ese sentir visceral que me acompaña, me enferma y me tiene mal.

Me quiero ir, desaparecer un rato, recobrar mi bajo perfil, pasar más desapercibido que lo habitual.
Me quiero ir de viaje. Hacer algo nuevo. Cambiar de ambiente, a lo mejor cambiar de vida. Variar el escenario donde me desenvuelvo, los personajes con que interactúo, las situaciones en las que me toca existir.
Estoy algo chato, partí la semana feliz, pero nuevamente estoy aburrido. Dan ganas de mandar todo a la mierda.
No es algo laboral, pero en parte sí.
Es culpa de mis amigos, pero tampoco es la real causa.
El corazón late a ratos y eso cansa.
La cabeza anda a full, no sé si siento con el corazón, con la cabeza o con la guata.
Yo creo que tengo un sentir muy orgánico, es mi organismo el que va reaccionado frente a lo que me va pasando. Y por eso se siente ajeno, incomodo, fuera de lugar, cansado y sin destino.
Uno, dos y tres, y mil, y lo que sea, puedo contar hasta el infinito, o contar ovejas o esperar, mirar al cielo y esperar, mirar los puntos negros en mi brazo y desesperar.
Tengo libertad, libertad condicional, condicionada por la falta de valor de parte mía para hacer lo que se me viene en gana, para emprender el rumbo, o quedarme, pero contento y satisfecho.
La vida ha sido buena conmigo, pero yo soy un inconformista. Sólido para el resto, una jalea por dentro. ¿Se puede saber por qué me admiran? Yo no tengo nada admirable, entonces no me miren para arriba, mírenme de frente, jamás para abajo, siempre de frente.
Basta de quejarse. Basta de guardar silencio cuando solo quiero gritar. Gritar, mandar algunas cosas a la mierda y partir. Irme a trabajar en un bar, dejar de ahorrar, gastarme la plata, la vida y las ganas.
¿Alguien se sorprenderá si me voy? A lo mejor sí. A lo mejor hasta alguien sienta pena, pero eso se pasa, rápido, la gente se acostumbra a las ausencia y ese escenario no me molesta. Prefiero que se olviden de mí por no estar antes de que se olviden de mí estando presente.
Divago. Un poco. Mucho. Sí, a veces, gracias.
Eso por ahora.

Cuanto puede uno confiar en los demás, hasta donde aguantar o más bien que esperar de los otros.
Desde hace un tiempo aprendí a desconfiar de todo el mundo. Cada vez que conozco a alguien me pregunto: ¿bueno, y en que momento me va a cagar este? ¿en qué momento me desilusionará?¿cuándo se me caerá su imagen?
Lamentablemente los hechos me han demostrado que cada vez es más difícil confiar en la gente. Eso no me hace aislarme, sigo interactuando pero me entrego cada vez menos a las relaciones humanas, mantengo cierta distancia y evaluó a cada persona, a cada acto, de manera casi obsesiva.
No es una forma fácil ni cómoda de vivir, pero cuando se caen los amigos, la familia, las parejas, cuando todos muestran la hilacha, políticos, artistas, cercanos y ajenos, entonces ahí uno debe actuar y tener un escudo, auto defensa, lo que sea con tal de no ser burlado siempre.
¿Triste? Sí, pero real también.

El otro día pasó algo raro. Mis viejos estaban fuera de Santiago y salvo una breve llamada el sábado no se comunicaron más durante el fin de semana. Esto no seria tan raro si consideramos mi edad, la de mi hermana, y las condiciones en que estamos, donde no hay ninguna preocupación que amerite estar tan pendientes todo el tiempo. Lo extraño se debe simplemente a que mis papas suelen llamar muchas veces cuando no están en la casa, ya sea para reportarse, para saber en que estamos, decirnos todas las cosas que quedaron para que podamos comer y detalles de ese tipo. Entonces cuando dejan esa costumbre a uno le llama la atención. Los hábitos cuesta cambiarlos y claro a mi aun mas.
Pero no es hacia ese lado que va este escrito. El punto es que cuando me quedaba dormido el lunes, me puse a divagar, como es mi costumbre antes de quedarme dormido, y a pensar sobre que pasaría si el teléfono sonara y nos avisaran que habían tenido un accidente y ambos estuvieran muertos. Ya sé que suena trágico y muy negativo, pero al margen de eso no es un mal ejercicio para hacer, sobre todo con lo rápido que pasan las cosas ahora. Además es algo que yo ya había pensado otras veces, y con escenarios aun más trágicos donde moría toda mi familia directa y yo era el único sobreviviente. En fin, pero en este caso era solo la perdida de ellos dos.
Y el asunto es que esta vez sorpresivamente me encontré sin una respuesta clara sobre que hacer. Sé a quienes recurrir, sé sobre algunas cosas que ellos ya tienen ordenadas y en general todo lo formal no lo veo como un problema. Mi primera duda surgía respecto de que pasaba con mi hermana chica, que es la única que en la practica sigue viviendo con ellos. Claro podría vivir sola, porque no querría venirse conmigo ni menos irse donde mi otra hermana. Pero quedaría tan sola, y por muy madura que sea, sigue siendo una niña y lógico que además necesita una familia.
Entonces surgió otra pregunta: que pasaría conmigo. Tendría que seguir trabajando claro, pero a lo mejor debería buscar algo mas cerca de Santiago para vivir con ella o a lo mejor obligarla a venirse una temporada conmigo, pero eso la complicaría aun más.
A lo mejor con esto simplemente adelantaría sus planes de partir a estudiar nuevamente a Europa y hacer una nueva vida por allá.
No sé, no logré tener una perspectiva clara sobre que hacer. Lo formal está muy claro, pero lo humano se convierte en una nebulosa.
En eso sonó el timbre y aparecieron ellos. Con eso terminó la divagación por esa noche, pero la duda acerca de que hacer frente ese escenario quedó en el aire.
Uno nunca está preparado para eso, pero uno siempre cree estarlo, solo que esta vez hasta una divagación se llenó de dudas.
Habrá que pensar al respecto.

Tengo 3 mejores amigos, una mejor amiga y unos cuantos amigos más. No son muchos. Es que para mí esa palabra vale demasiado como para usarla tanto. Es mejor darle valor y dejarlo claro, para que lejos de ser una adjetivo más, sea un pequeño homenaje a esas personas que se han hecho merecedores de mi amistad.
No es que yo sea la gran cosa y que ser amigo mío sea un gran privilegio, es simplemente que para mí eso vale y por eso me gusta darle la importancia que tiene.
¿A que viene esto? Bueno, simplemente a un hecho puntual de este fin de semana, donde un amigo mío se peleó con un amigo de él, al cual yo le he ido ganando cariño y que probablemente también pasará a engrosar mi lista. Sin quererlo me convertí en el conciliador de ambas personas, y en el fondo me gustó. Creo que cada vez cuesta más conocer gente que la que uno sintonice y cuando aparecen esas personas hay que cuidarlas. Una amistad tanto o más que una relación de pareja, es algo que necesita de trabajo, de preocupación y de actualización. Debe haber confianza, lealtad y esa cuota de misterio que hace que nadie sepa el motivo por el cual esa persona pasa a ser tu amigo y a importante.
Yo espero y creo que ellos solucionarán sus diferencias y que solo se fortalecerán. Además fue un pequeño sismo para nuestro grupo, algo que silenciosamente se venia arrastrando hace un tiempo y que nos permitirá enmendarnos antes de que pudiera pasar algo peor.
Los involucrados entienden, y los que no están involucrados tampoco deberían estar tan ajenos a la idea que trato de expresar acá.

Ahora mi perspectiva ha cambiado, y mi discurso también.
¿Seré acaso tan poco sólido como para que un simple hecho pueda cambiar mi manera de pensar?
¿Será verdad eso que digo siempre que la gente no cambia?
No sé a ciencia cierta que ha pasado, pero si miro todo con una nueva perspectiva, más optimista, pero a la vez menos realista. Estoy disfrutando el cuarto de hora y gozando del momento.
Eso es lo que me han dicho siempre, no? Bueno entonces me toca hacerlo.
Y ya veremos que es lo que pasa.

Al parecer soy intolerante.
En mi defensa: si, lo soy, pero con aquellos que hacen de la intolerancia su insignia.
Más que intolerante soy enérgico para combatirlos, para rebatirles sus puntos y dejar en claro los míos. Jamás haría algo en contra de alguien que piense distinto a mí, pero eso no quiere decir que me vaya a quedar callado cuando esas diferencias son en puntos fundamentales a mi parecer.
Todo con respeto. En eso consiste la tolerancia a mi juicio, en presentar tus puntos con respeto, no en quedarse callado cuando alguien plantea una diferencia abismal con tu modo de ver la vida.

El paro de los funcionarios públicos, de los municipales, no despierta tanto apoyo en la población a mi parecer. No es como el paro de la salud, que aunque a muchos afecta es también compartido y comprendido por los usuarios. Acá todos tenemos la sensación que los funcionarios públicos son flojos, no trabajan bien, son burocráticos, tramitan a cualquiera y más encima hay que andar “cayéndoles bien” para conseguir que algo salga en plazos decentes. Y esa percepción es general. Entonces cuando paran por mejores sueldos y condiciones, sus demandas, que pueden ser muy legitimas, no tienen eco en la sociedad y al revés aparece la idea de que como pueden pedir mas plata si no hacen nada.
Hacer del servicio publico algo más eficiente es una necesidad. Pero esto no pasa por ser rígidos y explotadores, pasa por crear nuevas dinámicas de trabajo y de relaciones laborales. Educar a la gente para que entienda la importancia de sus trabajos y que una demora de ellos afecta a más gente de la que ellos creen. También hay que dar condiciones dignas, que ellos se sientan respetados en sus lugares de trabajo.
Cuando uno esta cómodo y feliz se nota, y cuando eso se nota la gente los trata con una mejor y más positiva actitud. Por lo tanto el cambio debe ser profundo, es social, de todos, no solo del gobierno gente!!! Diga buenos días cuando llega a una oficina publica, diga gracias, por favor o perdón de ser necesario. Despídase al salir. Si las cosas se complican haga valer sus derechos pero con respeto. Y cuando la atención que reciba sea de su agrado hágaselo saber a la persona que tiene al frente, no cambiará el mundo pero le dará una pequeña satisfacción a esa persona.
Y vamos sociedad, a revelarse, siendo respetuosos, valientes y coherentes se pueden lograr muchas cosas!

El asunto es el siguiente: todo lo relacionado con relaciones humanas, interpersonales, de pareja o de amistad intima no es un tema que maneje y por lo tanto no sé como lidiar con él.
Desde chico me costaba tener amigos, siempre tenia pocos y era muy temeroso de perderlos. Nunca hacia algo por molestarlos, no los presionaba. Si un día hacían algo y no me invitaban lo sentía profundamente pero no me manifestaba.
Con los años y al crecer fui consolidando un grupo más estable, sin embargo las inseguridades se mantenían y de vez en cuando dudaba de qué tan amigos eran ellos.
Hoy ya me siento más seguro de ellos, pero más que una seguridad basada en un lazo potente, es una basada en mi propia afirmación como ser independiente y solitario que no debe depender de otra gente para sentirse completo y feliz.
Con respecto a las relaciones de pareja el tema es totalmente diferente, porque no lo conozco. Nunca he tenido pareja, intentos sí, pero nunca una relación estable con alguien. A pesar de no tener experiencia al respecto igual le he dado vueltas al tema y tengo ciertas ideas. Creo que no todo el mundo sirve para estar en pareja, o puede estar emparejado pero no necesariamente vivir con su pareja. Ni hablar de tener hijos, ese es un tema totalmente aparte, ya que dos personas pueden funcionar muy bien como pareja pero no necesariamente como padres. O uno si y el otro no, o ambos muy bien pero descuidando su propia relación, o muchas alternativas donde los hijos lejos de ser el siguiente y natural paso en una relación, pasan a ser un quiebre o un cambio importante para esta.
También con respecto a este tema tengo una postura un poco egoísta. Uno debe aprender a ser solo, a vivir solo y a bastarse solo. Cuando se logra eso la relación de pareja se vive como un complemento y no como una necesidad vital, lo que a mi parecer permite tener una convivencia más sana y que parte de un nivel mucho más sólido. Por lo tanto si se esta en pareja o no deja de ser lo importante, lo primordial ahí es si se está feliz y pleno en cada circunstancia.
Pero bueno más que teorizar lo que yo busco acá es plasmar mi experiencia. Nunca he podido enamorarme (uff odio esa palabra) y por lo tanto no sé lo que es eso. Muchos opinan sobre porque no he logrado emparejarme, y la mayoría coincide al menos en un punto: estoy cerrado a esa posibilidad. A pesar de la coincidencia de opiniones, no estoy de acuerdo con ellos. Yo creo que no es estar cerrado simplemente es estar menos interesado en que eso pase, entonces frente a una persona que no logre interesarme plenamente no demuestro nada, no entro al juego y termino pareciendo frío. Pero frío no es precisamente lo que soy. A lo mejor por la experiencia ya acumulada en cuanto a relaciones humanas y desilusiones, soy extremadamente cuidadoso y celoso de mi intimidad y de mis afectos.
Hace poco mi mamá cambio su postura frente a mí en el sentido de que ella quería que me casara, que pololee al menos y que tenga alguna pareja, sin importar el nivel al que llegara eso. Ahora su preocupación es que yo me acostumbre a estar solo. Ella siente que he armado mi vida tan bien como un ser solitario (aunque rodeado de gente) que me es más cómodo seguir así antes que arriesgarme por una pareja. No sé, algo de razón puede tener, pero yo no me cierro, simplemente trato de no pensar en eso. Es una situación que uno no puede programar y como tal no está en mi que pase o no, y por lo tanto cuando algo escapa a mi actuar no puedo estar tan urgido pensando en eso.
Solo debo esperar que pase.
Como con los amigos que finalmente decantaron y se convirtieron en mi grupo matriz. Como con mi familia donde ya al fin tenemos una relación sincera y transversal. Como con una posible pareja que llegará a buen puerto si aparece, pero que no es algo sobre lo que pueda especular. Así son las relaciones humanas, mis relaciones humanas, raras, difíciles, pero entretenidas.