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martes, septiembre 25, 2007

 

Comentario literario

Título: La Razón de los Amantes
Autor: Pablo Simonetti

A pesar de que aún tengo pendiente mi comentario personal acerca del libro de cuentos que leí hace un tiempo de este mismo autor, me adelantaré con este por simple favoritismo y comodidad.
Es un libro agradable, ágil, entretenido, redondo, con un buen final, pero con matices que hacen que uno quiera más, tal como debe ser un buen libro. La historia es actual, urbana, acotada, intrigante, divertida y, para los cánones conservadores, escandalosa.
Siempre he sentido que un libro que me gusta es aquel que yo puedo ir imaginando como una película, con actores, rostros, escenarios y todo aquello que me permita imaginar el mundo donde se está desarrollando. Y acá me pasó rápidamente, a lo mejor uno de los personajes me costó ponerle una cara reconocible, pero curiosamente siento que la cara del autor era la que más se acomodaba. Ese es el problema de no leer libros anónimos. Aunque también sentí que el mismo autor estaba metido en el alma del otro protagonista. Y que con la protagonista se daba un gusto y resumía varias personalidades con las que a todos nos toca interactuar a diario.
El otro día lo escuche hablando del libro y defendía el hecho de no hacer una descripción mas detallada de la intimidad de los personajes, porque su idea no iba por ese lado. Estoy totalmente de acuerdo, podría haber sido grotesco, sin embargo considerando la historia tratada me falto algo, un poco menos sentimental y mas practico. Me refiero a que a pesar de que para un hombre reconocer la atracción por otro, en el fondo asumirse homosexual, no es para nada fácil, ni menos en las circunstancias del protagonista, tampoco debe ser fácil interactuar íntimamente con este nuevo amante. Hay, por decirlo de algún modo, un asunto practico, que aunque no quite emoción al encuentro, si formará parte importante de lo que va viviendo este hombre con su nueva realidad. Esto en todo caso no le quita merito al libro, el cual me leí muy rápido, y el cual, cuando pensé que podía caer en un final de comedia romántica moralista gringa, dio un final crudo, pero real y tristemente posible.
En conclusión, es un libro bien escrito, entretenido, que aporta al debate y que además nos muestra una más de las tantas realidades con la que una sociedad adulta debe convivir.

 

Lo último...lista

Listas. Si, son las mejores. Claro, porque con lo que me ha costado escribir en el último tiempo es la única manera de ir sacando todo lo que hay dentro de mi antes de que se lo lleve el viento. Aquí vamos con lo último de lo último:

1.- el último libro que leí fue “La Razón de los Amantes” de Pablo Simonetti.
2.- el último plato por el que rayé fue el carpaccio de queso manchego.
3.- la última vez que fui a un mall terminé casi con ataque de pánico, faltaba mi hermana, ya no fue lo mismo.
4.- la última vez que lloré fue cuando me despedí de mi abuela, bueno todas mis últimas lagrimas han caído por despedidas.
5.- el último gusto que me di fueron unos pretzels el domingo en la noche para compartir con mis padres.
6.- el último carrete notable fue un carrete de casa, ya no me prenden tanto las fiestas ni las discos.
7.- el último despertar juntos aún no me lo saco de la cabeza, ni quiero que salga.
8.- últimamente he disfrutado más que nunca atendiendo a mis padres.
9.- el último amigo que he añadido en mi lista llegó por otros motivos y pasó a ser mi amigo cuando esos otros motivos desaparecieron.
10.- el último 18 fue lejos el menos carreteado de los últimos años.
11.- la última vez que te vi ambos actuábamos.
12.- la ultima canción que se me pegó fue Umbrella ela ela eh eh eh de Rihanna.
13.- últimamente he tomado una actitud conciliadora y de acercamiento con aquellos amigos a lo que tenia medio botados o veía poco, pero con los que siempre hubo cariño.
14.- ahora último me fijo más en la ropa, en las vitrinas, en la decoración, en fin, en todo aquello que significa belleza, tan sólo una de sus muchas influencias.
15.- la última vez que no supe decir no fue cuando me ofrecieron hacer clases, y resulta que después de todo me está gustando.
16.- los últimos días de mis vacaciones compensan todo el esfuerzo por llegar a ellas.17.- el último……apaga la luz.

 

Críticos

Los críticos gastronomitos y de vinos son un fiasco. No he logrado conocer a un periodista que cubra esta área que me parezca serio. Bueno, en estricto rigor hay un par que me parecen de lo más confiable, pero luego de un tiempo viendo como trabajan, como se mueven y que es lo que finalmente publican, tengo la sensación de que hay mucha mediocridad en el medio.
El cuento es el siguiente. Todas las viñas y muchos de los restaurantes más destacados del país reciben asesoramiento en el área del marketing y las comunicaciones, eso es lógico y esperable, todos deben vender, mostrar sus éxitos y generar atención y expectativas en torno a ellos. Los periodistas y críticos a su vez van conociendo lo más posible, yendo a cuanto lanzamiento o degustación se les invita. Hasta ahí todo bien. El asunto es que muchas veces estos periodistas no hacen más que publicar aquello que el anfitrión les dice, les entrega en trípticos o les presenta de diversas maneras. No se genera por tanto una investigación por parte de estos profesionales, no ven si la información que se entrega es real, no comparan con otras viñas o restaurantes, no hacen una crítica objetiva con datos duros, no ven nada más aparte de lo que se les quiere mostrar.
Otro aspecto son aquellos críticos que son los regalones de ciertos empresarios y por lo tanto no sólo se les invita siempre, sino que se le hacen degustaciones privadas y personalizadas, se les mantiene con exclusivas e incluso se les paga por algún determinado servicio que prestan a esta empresa. Entonces a mi juicio estos profesionales carecen de la imparcialidad necesaria para luego publicar una crítica. Considerando los pocos espacios de crítica que existen, desperdiciarlos por profesionales poco neutrales y que por ende influencian selectivamente al público me parece, por decir lo menos, cuestionable.
Luego pasamos a aquellos críticos que ya están tan endiosados, que alzan o destruyen con grandilocuencia cuando, a su juicio, algo así lo amerita. El problema aquí no es que ellos den su personal y particular opinión. El problema radica en que no dicen que esto es un gusto personal o el porqué de algo les pareció malo o maravilloso. Lo hacen ver como una verdad única, dejando incluso algunas cosas que para ellos no merece la pena fuera y no informando al público de toda la oferta disponible en el mercado.
Así estos críticos no son mas que comentaristas, opinologos, tal como la mayoría de los bloggeros, pero amparados por un medio donde ellos son juez y parte muchas veces.
Una vez una actriz dijo que en teatro son pocos los críticos respetables, ya que muchos de ellos basan sus criticas por lo visto en una función, muchas veces por funciones privadas o solo por el estreno y que para tener una idea global de la obra deberían verla al menos un par de veces de manera de ir fijándose en los detalles y en todas las dimensiones que esta tiene.
Bueno para el vino o la comida es lo mismo. Está muy bien que vayan a los lanzamientos y las degustaciones, pero luego deberían ellos comprar una botella por su cuenta, o ir con un grupo de no profesionales a comer, averiguar si esta maravilla que les presentan tiene un eco real en la gente o solo es gusto de especialistas, si lo que les muestran un día es lo mismo que cualquier ciudadano puede comprar cualquier otro día. En el fondo, investigar, presentar verdades trabajadas y no ser meros comunicadores de lo que el anfitrión les hizo llevar a decir.

 

De vuelta

Mis vacaciones pasadas, hace ya más de un mes, en Barcelona, han sido por lejos las mejores y más importantes de mi vida.
En estricto rigor son las primeras vacaciones profesionales, ya que las anteriores han sido viajes entre vendimias, periodos más bien de cesantía y no precisamente de vacaciones acotadas a los 15 días hábiles que nos da la ley.
Por otra parte aprendí a descansar, necesitaba descansar y eso fue lo que mas hice. Ya no sentía esa necesidad por aprovechar al máximo las horas, levantarme ultra temprano, ir a todos los museos, visitar, visitar, visitar. Ya no. Ahora se durmió todo lo que se quiso, y cuando me aburría de dormir, me ponía traje de baño y a la playa, su buen libro, música y a caminar. Relajo, relajo, relajo, demasiado incluso, pero de todas maneras anhelado.
Además me enamore y eso si que es un hito no solo de estas vacaciones sino que de mi vida. Encontré la persona más maravillosa del mundo, una que me quiere y me respeta, que me excita y me provoca amar. Es extraño, sabia que algo se me venia a mi vida, sabia que era muy probable que esto pasara, pero cuando finalmente pasó no deje de sorprenderme. Si, porque cada relación es diferente, cada día tiene su afán y esta es una de aquellas cosas donde no es posible controlarlo todo. Es verdad eso de que hay que dejarse llevar, porque de otra manera uno se vuelve loco. Si, esto es una locura señores, como se entiende eso de enamorarse de alguien, desearlo, necesitarlo y extrañarlo. Si, porque tuve que volver, separarnos, extrañarnos con alegría y tristeza a la vez. Pero con el estimulo necesario para volver, para despegar, para atreverme a seguir mis instintos.

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