.comment-link {margin-left:.6em;}

jueves, febrero 26, 2009

 

Algo nuevo y un poco viejo

Lo que pasa está muy claro: soy un sinvergüenza y quiero que todo resulte de acuerdo a mis planes y gustos y me bloqueo o molesto si no es así. Y la vida no es así, a veces se pone de tu parte y otras opta por otro camino.
Porque si fuera por pedir, pediría estar en España, con mi pareja, con un buen trabajo, casa, perro y auto, por decirlo de algún modo. Pediría a su vez tener a mis padres al lado, en perfecta armonía con mi pareja, ya sea viviendo allá o viajando continuamente a vernos. Siguiendo con este petitorio anoto a un grupo de amigos, aquellos que se me hacen más imprescindibles y que me encantaría tener junto a mí. Eso mas dinero, viajes y pocas preocupaciones.
Pero la cosa no es así. Me voy a España, pero con una gran incógnita por delante, siendo lo único verdaderamente seguro mi pareja, el resto es un gran veremos.
Mis padres no se pueden ir hacia allá y viajes constantes a visitarnos son por el momento económicamente inviables.
Los amigos tienen sus vidas y estas no están necesariamente en concordancia con mis planes de vida y por ende aunque siempre los sentiré cerca, esto será más en la función de una cercanía emotiva que física.
Y lo otro, aunque no imposible, si muy difícil por el momento.
¿Que queda entonces? Pues queda disfrutar de lo que hay, trabajar para tratar de conseguir los sueños, pero sin frustrase si estos no aparecen rápido o con la fluidez que uno quisiera.
Me siento querido por un grupo de personas, y ellos merecen entonces verme feliz. Eso de tanto quejarse, preocuparse por supuestos y vivir angustias prestadas no conducen a nada y generan más bien un mal presente que no permite mirar un brillante futuro.
Así que vamos que se puede, la vida pasando y detrás alcanzándola.

 

Otras frases

Aquí un par de frases más del último libro publicado de Ray Loriga:

“¿Y cómo se rompe un corazón? Pues de la manera más simple. Ignorándolo un tiempo y dándole una importancia desmedida después. Desequilibrando el delicado balance natural de todas las cosas reales. Dotando a un músculo sencillo de capacidades mágicas, heroicas, épica, grotescas, inútiles, ficticias. Ay, la ficción qué daño hace...”

“nada ni nadie escapa al sonido de las horas propias, aquellas que cercenan el pasado y empujan el tiempo que vendrá.”

This page is powered by Blogger. Isn't yours?