pastor

Me da un poco de susto ser honesto. Siento que puedo ser desubicado. Me da la sensación de que me puedan mal interpretar, de que no me entiendan, de que se ofendan, de que las cosas no resulten.
Frente a eso a veces opto por el silencio. O por la critica velada. Con eso me quedo a medio camino, muchas veces sin lograr dejar el punto claro. O sea no cumplo con el propósito de ser honesto y con eso en el fondo no cumplo conmigo.
Ahora, el punto es que necesito ser honesto de ahora en adelante. Debo lograr que la gente deje de tener supuestos en torno a mí y tenga la verdad de mí. Esa verdad muchas veces incómoda, pero siempre muy sincera, muy abierta. Esa verdad que cierra puertas.
Pero hay gente a la que uno le debe ser honesto. Más bien uno se debe a uno mismo la honestidad, y si quiere que aquellos con los que se relacione lo conozcan a uno en su real dimensión, se debe ser honesto.
En un momento de mi vida donde siento que estoy viviendo una catarsis, siento la imperiosa necesidad de partir casi de cero. Aunque eso implique dejar gente atrás o de lado. Es el momento para que aquellos que dicen apreciarme lo hagan a partir de la verdadera persona que soy. Una vez que me conozcan en todas mis dimensiones podrán decidir si quieren estar conmigo o no y en que condiciones quieren estarlo.
N habrá rencores, yo también lo he hecho. Solo se les pide a aquellos que tomen una decisión que lo hagan en conciencia y después no me defrauden. Ya me he desilusionado de mucha gente en mi vida y esa es precisamente una de las cosas que quiero dejar atrás.
Todo por ser honesto conmigo mismo.