lunes, noviembre 27, 2006
Girardi
Girardi no me produce confianza. Pero no por los hechos recientes, sino que por su historia de siempre.
Recuerdo muy bien que fue candidato a diputado por Las Condes el año 89, cada vez entiendo menos para qué. Es cierto que en todas las elecciones alguno de ese sub-pacto debe inmolarse e ir por este distrito a sabiendas de que perderá. Pero siendo él una persona que se identificaba tanto con Cerro Navia y con el mundo social, no veo porque ser él el elegido para ir por esa zona, la que por demás él desprecia, al menos públicamente.
Otro aspecto que me molesta profundamente, quizás la que mayor desagrado me produce, es el refregarnos a todos que es doctor. Sé que su intención es demostrar que a pesar de ser hijo de familia de clase media igual logró estudiar y tener un título, uno que por lo demás exige estar dentro de los mejores de cada generación y que entrega prestigio y un automático certificado de inteligencia. A mí eso me carga. Me molesta que los médicos pongan el Dr. ante todo, que aparezcan cuando son candidatos a algo con el delantal blanco y alguna herramienta de trabajo. Es casi como si un arquitecto saliera con una regla T, o un actor con la calavera de Hamlet, o un enólogo con una copa. En el fondo es parafernálico, innecesario y a mi parecer, altamente ofensivo hacia el resto. Es como una especie de categoría mayor, que nada ni nadie tiene en este mundo.
Por otra parte este caballero insiste en atacar a todo aquel que tenga plata. A todo aquel que defienda intereses económicos o valóricos diferente a los suyos. Pregona tolerancia, pero es el primer intolerante del lote.
Yo tiendo a tener ideas políticas más asociadas a la izquierda que a la derecha, pero por gente como él es que el prejuicio existe.
Por lo demás él no tiene precisamente una vida de chileno medio.
A mi parecer se engolosinó con el poder y ahora ya no tiene de donde afirmarse para seguir trepando.
Recuerdo muy bien que fue candidato a diputado por Las Condes el año 89, cada vez entiendo menos para qué. Es cierto que en todas las elecciones alguno de ese sub-pacto debe inmolarse e ir por este distrito a sabiendas de que perderá. Pero siendo él una persona que se identificaba tanto con Cerro Navia y con el mundo social, no veo porque ser él el elegido para ir por esa zona, la que por demás él desprecia, al menos públicamente.
Otro aspecto que me molesta profundamente, quizás la que mayor desagrado me produce, es el refregarnos a todos que es doctor. Sé que su intención es demostrar que a pesar de ser hijo de familia de clase media igual logró estudiar y tener un título, uno que por lo demás exige estar dentro de los mejores de cada generación y que entrega prestigio y un automático certificado de inteligencia. A mí eso me carga. Me molesta que los médicos pongan el Dr. ante todo, que aparezcan cuando son candidatos a algo con el delantal blanco y alguna herramienta de trabajo. Es casi como si un arquitecto saliera con una regla T, o un actor con la calavera de Hamlet, o un enólogo con una copa. En el fondo es parafernálico, innecesario y a mi parecer, altamente ofensivo hacia el resto. Es como una especie de categoría mayor, que nada ni nadie tiene en este mundo.
Por otra parte este caballero insiste en atacar a todo aquel que tenga plata. A todo aquel que defienda intereses económicos o valóricos diferente a los suyos. Pregona tolerancia, pero es el primer intolerante del lote.
Yo tiendo a tener ideas políticas más asociadas a la izquierda que a la derecha, pero por gente como él es que el prejuicio existe.
Por lo demás él no tiene precisamente una vida de chileno medio.
A mi parecer se engolosinó con el poder y ahora ya no tiene de donde afirmarse para seguir trepando.
