jueves, noviembre 30, 2006
Hambre
Muero de hambre, me comería el refrigerador completo. Pero como soy un anoréxico en potencia, me he preocupado de tener alimentos que necesiten preparación y con los que no pueda chanchear en un arranque devorador.
Así es como no tengo pan, ni galletas, ni nada fácil y que me pueda llevar luego a arrepentirme.
De todas maneras la pura idea de un ave palta ahora con un jugo de frambuesa, seme hace absolutamente irresistible. O mi idolatrado muffin de arándano, o un ceviche con su buen vinito blanco, o una empanada de queso Huentelauquen, o churros de los tradicionales o rellenos con manjar. En fin, lo que sea. Muero de hambre.
Pero como soy medido y traumado con mi peso y las platas, llegaré a mi casa y ordenadamente cocinaré algo que me quite tiempo y que sea liviano, así alimento mi ego y mi anorexia.
Así es como no tengo pan, ni galletas, ni nada fácil y que me pueda llevar luego a arrepentirme.
De todas maneras la pura idea de un ave palta ahora con un jugo de frambuesa, seme hace absolutamente irresistible. O mi idolatrado muffin de arándano, o un ceviche con su buen vinito blanco, o una empanada de queso Huentelauquen, o churros de los tradicionales o rellenos con manjar. En fin, lo que sea. Muero de hambre.
Pero como soy medido y traumado con mi peso y las platas, llegaré a mi casa y ordenadamente cocinaré algo que me quite tiempo y que sea liviano, así alimento mi ego y mi anorexia.
