pastor

Un gran amigo me acaba de contar que desde principios de mes se ha ido a vivir con su pareja. Que compartirán piso, pero que cada uno tendrá su propia pieza.
Me alegra que hayan dado ese paso, como me dice en su correo, se quieren mucho y este es un paso importante para ellos. Y me alegra aun más lo de las piezas separadas. Ya de por sí es difícil compartir tu vida y tu espacio con alguien, más difícil debe ser compartir hasta tu cama con otra persona. No es que no haya cariño, es simplemente que las personas deben acostumbrarse a las otras personas y pasar de un extremo a otro no es la mejor manera de adaptarse.
Yo soy un ferviente estimulador de las piezas separadas. No para todos ni para siempre, pero sí para muchos y en algunos momentos. La gente tiene diferentes hábitos, formas de dormir, horarios, mañas, etc, y lo esperable es que no sean esas diferencias las que terminen con una relación. Si cada cual mantiene su espacio y logra sentirse cómodo sin necesidad de ceder en todo, más durará esa relación.
Se lo he dicho a mis padre y me miran con cara de hereje, pero me hace mucho sentido eso de que cada uno tenga su espacio y cuando quieran estar junto van y lo están, y punto. Es hasta más entretenido.
No sé.
Nuevamente opino sobre cosas que no he vivido, pero que importa, uno puede tener opinión o una postura simplemente. Es hablar desde una vereda y después vivirlo desde la otra y analizar si desde todos lados se ve igual.
A lo mejor cambio.
No sé.