.comment-link {margin-left:.6em;}

martes, noviembre 28, 2006

 

Y sigo siendo honesto

Siempre he pensado que ser honesto es lo mejor. En todo sentido, profesional y personal. Con todo el mundo. Que la honestidad no molesta, no puede molestar. Pero la honestidad es fome. Nadie la aprecia. Pero no es porque no la quieran, simplemente es porque todo el mundo la asume. Y ahí está el peligro, en asumir las cosas sin preocuparse de que de verdad sea así.
¿A qué viene esto? No sé. Simplemente siento la necesidad de reafirmar mis convicciones y motivaciones para seguir adelante. En una realidad donde cada vez estoy más aislado, es muy importante tener claro mi norte y mis valores.
Los próximos doce meses serán intensos, laboralmente será mi prueba de fuego, en lo personal necesito consolidar todo aquello que he madurado mentalmente, y además de todo eso debo armar el proyecto que quiero llevar a cabo a partir del 2008.
Estoy seguro que eso es bueno. De lo que no estoy seguro es de si seré capaz. Si no me quedaré en el camino. De sí tendré los cojones.
Como sea, estos días que han pasado han reforzado mi individualidad. Me he hecho cariño y por lo tanto me siento cómodo conmigo mismo.
Hasta mis posturas políticas he cuestionado y todo con un fin. Ser autentico, honesto conmigo mismo, para poder serlo con los demás.
Así de simple. Así de fome. Honesto.

Comments: Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?