pastor

Acabo de recibir una excelente noticia a nivel profesional. Algo que yo hice fue premiado como lo mejor de su categoría. Estoy feliz, algo sorprendido y muy satisfecho. Me encantaría poder celebrarlo con alguien, pero ahí topé, no tengo a nadie a quien llamar y decírselo. Me refiero a decirlo ahora, no mañana, ni el fin de semana, ni a futuro. Simplemente ahora cuando tengo la felicidad y la emoción fresca. Y es que estoy solo, ahora es de esos pocos momentos en que siento, y me pesa, que estoy solo.
Agarre el celular para llamar a mi mamá, pero estoy sentido y alejado de ella. Quise llamar a mi hermana, pero con ella tampoco están las cosas tan fluidas como antes, aunque ella crea que sí.
Contárselo a algunos amigos también es una opción, pero temo sonar ridículo y que ellos no valoren bien mi felicidad.
En el fondo me quedo con este triunfo para mí, callado y con una felicidad con rasgos de pena.