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Cayó la Blanlot. Yo que tanto he hablado de ella acá, debo al menos hacer un comentario sobre su caída. Creo que no cayó por su mala gestión, ella es eficiente y tiene el mismo arraigo familiar militar que Bachelet. Entonces no creo que haya ido por ahí la cosa. Por otra parte los escándalos asociados a su hijo pueden haber mermado su credibilidad e incluso haberla expuesto como una mujer soberbia que se aprovecha de su cargo para saltarse la ley, pero tampoco creo que eso fuera así, o al menos no creo que haya sido la razón de más peso. Mi impresión, y acá puedo equivocarme pero es solo lo que yo creo, es que acá lo que había que hacer era una serie de ajustes políticos, de equilibrios de fuerzas y por lo tanto ella fue una moneda de cambio. O sea su salida para compensar la entrada de otro Expansiva al gabinete. Además era una ministra de defensa muy metida en otros temas, entonces potencialmente podía incomodar a los ministros de Hacienda, Relaciones Exteriores, etc. No creo que haya salido derrotada. De seguro tampoco sale feliz, pero no lo veo como más que un paso en su carrera. Ya se le verá en otros desafíos. Mal que mal si pudo ir al funeral de Pinochet y salir viva, no creo que esto la vaya a doblegar.
Aprovecho de referirme a los otros cambios. La Veloso salió también a mi juicio por causas externas a ella. Es cierto que a pesar de ser considerada una de las más inteligentes del gabinete era también considerada como alguien intransigente y por lo tanto de difícil trato. Ella, a mi juicio, no es tan política, entonces simplemente hacia su trabajo y no le importaba si a alguien le caía mal, ya que no veía el caer bien como algo fundamental. El tema del contralor es a lo mejor el punto más sensible, ya que ahí le peso su poco fogueo político. Pero como dije antes ella sale a consecuencia de otras cosas. El equipo político necesitaba reformularse. El ministro del interior había asumido hace poco y por lo tanto sacarlo seria injusto. Lagos Weber a pesar de todo es un Lagos y su salida tendría un nivel de connotaciones de mucho mayor envergadura, incluso ajenas a los reales motivos. Y frente a ese escenario ella era la parte más delgada del hilo.
Espejo lamentablemente pagó los platos rotos, pero su permanencia en el cargo tendría un costo personal que no era justificado que sufriera. Tengo la sensación de que la gente apreciaba su esfuerzo, pero llego el minuto en que ese esfuerzo no fue suficiente y por su bien y de todo el sistema que se está implementando, debía salir. Yo creo que el incluso podría descansar un rato y luego reaparecer en la actividad publica. Quien sabe, hasta de candidato a diputado lo veo por ahí.
La salida de Isidro Solís tiene una connotación más política intra Concertación que en la opinión publica. Esto porque él es un conocido operador político, de los pocos radicales que ha estado envuelto en el tejemaneje de los diferentes gobiernos y por lo tanto su salida podía ser muy emblemática. Pero esto se resuelve manteniendo a un radical en el cargo y sin darle mucho bombo. Era claro que debía salir, tenia malas relaciones con el poder judicial, y frente a la necesidad de una renovación general del gabinete, su salida permitía un cambio de más gente y a la vez sacar un posible problema de encima.
En todo caso, siempre he sostenido que los problemas no se arreglan con cambios de gabinete, lo que se logra ahí es darle tiraje a la chimenea, destrabar negociaciones, reestablecer confianzas y hacer gestos, pero en ningún caso es la solución final.
Creo que la Presidenta tiene claro hacia donde quiere ir, el problema a mi juicio es que ha pecado de ingenua a veces y de desconfiada otras tantas, lo que sumado a su poca experiencia en el manejo político, le pasó la cuenta al no contar con el equipo necesario para sacar su proyecto adelante.