miércoles, mayo 16, 2007
Trabajo y vida
En este tiempo sin escribir deje de vivir un poco, o más bien deje de vivir multidimencionalmente y pasé a vivir con una sola finalidad: sacar adelante el trabajo.
Tampoco quiero que esto suene como un castigo o una desgracia. Yo a través del trabajo pretendo crecer, hacerme una vida y desarrollarme. Mi profesión me encanta, me permite viajar y moverme por distintos lados y ámbitos. Está llena de factores inesperados y entrega como resultado algo que solamente los sentidos pueden evaluar en su justa magnitud.
En pocas palabras, mi trabajo será mi familia, y los resultados de este serán como mis hijos.
Claro, porque yo ya he decidido no formar una familia, no emparejarme en la forma de un matrimonio y no tener hijos. Eso no es para mí, no es para todos, es sólo para algunos y eso está bien.
Yo soy un tipo difícil, mañoso, inseguro y muy responsable. Es por eso que no puedo estar generando dependencias y después partir. Si uno tiene un hijo debe darle todo lo que este necesita para crecer y desarrollarse como una persona integra y feliz. Un hijo no viene a compensar carencias afectivas que puede haber tenido uno, tampoco se tiene para que la sociedad lo acepte a uno, no es un rito, no es un logro, no es ningún adjetivo, es sólo un hijo, y simplemente hay que ser responsable con este.
Si me quiero mover, si quiere vivir en constante consecuencia y ser feliz, debo crear el ambiente que me permita hacerlo. Y al formar una familia no estoy seguro de poder ser siempre responsable, consecuente y bueno. Más bien seria tildado de egoísta, de mal padre, y de muchos adjetivos que entiendo y hasta comparto.
Entonces será el trabajo mi legado en la vida, descubrir cosas, crear cosas, mejorar la calidad de vida de al menos una persona, lograr que después de que me vaya el mundo sea tan sólo un tantito mejor.
Es así como estos meses fueron consecuencia de mis decisiones. Es claro estoy un poco cansado, mi mente estuvo monoenfocada y a veces sólo quería arrancar. Pero al final del día creo que seré feliz y con eso esta vida que pasa ya va valiendo la pena.
Tampoco quiero que esto suene como un castigo o una desgracia. Yo a través del trabajo pretendo crecer, hacerme una vida y desarrollarme. Mi profesión me encanta, me permite viajar y moverme por distintos lados y ámbitos. Está llena de factores inesperados y entrega como resultado algo que solamente los sentidos pueden evaluar en su justa magnitud.
En pocas palabras, mi trabajo será mi familia, y los resultados de este serán como mis hijos.
Claro, porque yo ya he decidido no formar una familia, no emparejarme en la forma de un matrimonio y no tener hijos. Eso no es para mí, no es para todos, es sólo para algunos y eso está bien.
Yo soy un tipo difícil, mañoso, inseguro y muy responsable. Es por eso que no puedo estar generando dependencias y después partir. Si uno tiene un hijo debe darle todo lo que este necesita para crecer y desarrollarse como una persona integra y feliz. Un hijo no viene a compensar carencias afectivas que puede haber tenido uno, tampoco se tiene para que la sociedad lo acepte a uno, no es un rito, no es un logro, no es ningún adjetivo, es sólo un hijo, y simplemente hay que ser responsable con este.
Si me quiero mover, si quiere vivir en constante consecuencia y ser feliz, debo crear el ambiente que me permita hacerlo. Y al formar una familia no estoy seguro de poder ser siempre responsable, consecuente y bueno. Más bien seria tildado de egoísta, de mal padre, y de muchos adjetivos que entiendo y hasta comparto.
Entonces será el trabajo mi legado en la vida, descubrir cosas, crear cosas, mejorar la calidad de vida de al menos una persona, lograr que después de que me vaya el mundo sea tan sólo un tantito mejor.
Es así como estos meses fueron consecuencia de mis decisiones. Es claro estoy un poco cansado, mi mente estuvo monoenfocada y a veces sólo quería arrancar. Pero al final del día creo que seré feliz y con eso esta vida que pasa ya va valiendo la pena.
