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martes, septiembre 25, 2007

 

Críticos

Los críticos gastronomitos y de vinos son un fiasco. No he logrado conocer a un periodista que cubra esta área que me parezca serio. Bueno, en estricto rigor hay un par que me parecen de lo más confiable, pero luego de un tiempo viendo como trabajan, como se mueven y que es lo que finalmente publican, tengo la sensación de que hay mucha mediocridad en el medio.
El cuento es el siguiente. Todas las viñas y muchos de los restaurantes más destacados del país reciben asesoramiento en el área del marketing y las comunicaciones, eso es lógico y esperable, todos deben vender, mostrar sus éxitos y generar atención y expectativas en torno a ellos. Los periodistas y críticos a su vez van conociendo lo más posible, yendo a cuanto lanzamiento o degustación se les invita. Hasta ahí todo bien. El asunto es que muchas veces estos periodistas no hacen más que publicar aquello que el anfitrión les dice, les entrega en trípticos o les presenta de diversas maneras. No se genera por tanto una investigación por parte de estos profesionales, no ven si la información que se entrega es real, no comparan con otras viñas o restaurantes, no hacen una crítica objetiva con datos duros, no ven nada más aparte de lo que se les quiere mostrar.
Otro aspecto son aquellos críticos que son los regalones de ciertos empresarios y por lo tanto no sólo se les invita siempre, sino que se le hacen degustaciones privadas y personalizadas, se les mantiene con exclusivas e incluso se les paga por algún determinado servicio que prestan a esta empresa. Entonces a mi juicio estos profesionales carecen de la imparcialidad necesaria para luego publicar una crítica. Considerando los pocos espacios de crítica que existen, desperdiciarlos por profesionales poco neutrales y que por ende influencian selectivamente al público me parece, por decir lo menos, cuestionable.
Luego pasamos a aquellos críticos que ya están tan endiosados, que alzan o destruyen con grandilocuencia cuando, a su juicio, algo así lo amerita. El problema aquí no es que ellos den su personal y particular opinión. El problema radica en que no dicen que esto es un gusto personal o el porqué de algo les pareció malo o maravilloso. Lo hacen ver como una verdad única, dejando incluso algunas cosas que para ellos no merece la pena fuera y no informando al público de toda la oferta disponible en el mercado.
Así estos críticos no son mas que comentaristas, opinologos, tal como la mayoría de los bloggeros, pero amparados por un medio donde ellos son juez y parte muchas veces.
Una vez una actriz dijo que en teatro son pocos los críticos respetables, ya que muchos de ellos basan sus criticas por lo visto en una función, muchas veces por funciones privadas o solo por el estreno y que para tener una idea global de la obra deberían verla al menos un par de veces de manera de ir fijándose en los detalles y en todas las dimensiones que esta tiene.
Bueno para el vino o la comida es lo mismo. Está muy bien que vayan a los lanzamientos y las degustaciones, pero luego deberían ellos comprar una botella por su cuenta, o ir con un grupo de no profesionales a comer, averiguar si esta maravilla que les presentan tiene un eco real en la gente o solo es gusto de especialistas, si lo que les muestran un día es lo mismo que cualquier ciudadano puede comprar cualquier otro día. En el fondo, investigar, presentar verdades trabajadas y no ser meros comunicadores de lo que el anfitrión les hizo llevar a decir.

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