pastor

Las últimas semanas han sido muy entretenidas, intensas, variadas, completitas a decir verdad. Desde que estoy oficialmente renunciado, con los papeles de la visa ya ingresados al consulado, con el pasaje comprado y básicamente todo aquello que dependía de mí para el viaje ya en curso, me siento sumamente relajado, feliz, lúdico por decir algo para remarcar la idea.
La reacción en el trabajo fue mejor de lo pensada, de hecho a veces he pensado que fue casi ofensiva y sospechosamente buena, pero no quiero hacerme mala espina y mejor veo el vaso medio lleno.
La reacción de la gente a la noticia, amigos, cercanos, compañeros de trabajo, etc, también ha sido muy buena. Alguien podría decirme que no tendría porque haber sido de otra forma, y tendría razón, pero lo que me sorprendió es que básicamente me felicitaban, se alegraban por mi y desde algún punto me envidiaban por hacer este giro, dejar todo y partir a estudiar a otro país.
Con los mas cercanos, amigos, familia, colegas, la cosa también va bien, yo me siento aprovechando al máximo los minutos con cada uno de ellos y, aunque no todos lo externalicen, creo que de cierta manera ellos también.
Así todo se ve bien, con esto no me dará menos pena, no será mas fácil partir, al contrario, pero al menos he logrado sacar lo buena de mi relación con cada persona que me rodea. Yo puedo ser más sincero, ellos más honestos y todos reales. Al menos así quiero creerlo.