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Quien quiera que sea el próximo Presidente de Chile queda claro que gobernará en minoría. Minoría parlamentaria, específicamente minoría en la cámara de diputados, que es la puerta de entrada a los proyectos parlamentarios y por ende primera etapa de cualquier acción que quiera llevar a cabo un gobierno. A la luz de los resultados arrojados de la pasada elección parlamentaria, en la votación de concejales, ningún grupo político puede asegurar un resultado que le permita ser mayoría en la cámara baja, independiente que el candidato de su sector sea el ganador de las presidenciales.
La pasada elección municipal arrojó una fuerte derrota a la Concertación en especial en almadías emblemáticas o de mayor visibilidad, a su vez que entrego un triunfo simbólico a la Alianza consiguiendo municipios importantes a lo largo del país.
Sin embargo, al ver la votación en concejales, al Concertación alcanza alrededor del 45 % sumando sus dos listas y la Alianza se empina levemente por sobre el 35 %. Es el porcentaje restante el que determinará el equilibrio de fuerzas en la futura cámara baja.
El oficialismo negocia en estos momentos un pacto electoral con la izquierda extraparlamentaria. Esto puede convertirse en arma de doble filo, puesto que aunque logren ser mayoría en la cámara de diputados, si esto se logra eligiendo a comunistas, humanistas u otro independientes que se sumen al pacto, nada permite pensar que estos serán leales con un futuro gobierno Concertacionista. Ya le ha pasado al conglomerado al elegir parlamentarios díscolos en sus listas y luego ver como a través de estos se pierde la mayoría con las consecuencias por todos conocidos. Si bien es cierto que este pacto podría ayudar a terminar con la ilógica marginación de ciertos grupos políticos debido al sistema binominal, no seria una carta segura para la Concertación.
Las dudas que tienen ciertos grupos de la DC frente a esta alianza deberían enfocarse más al hecho de que se entregarían cupos a posibles opositores en lugar de creer que su electorado los sentiría alejados del centro. Pero el tema de la DC y su merma electoral dan para otra columna.
Por su parte la Alianza sabe que no lograran ser mayoría en la cámara de diputados, ya que no poseen ni han poseído en elecciones pasadas la fuerza electoral para afirmar lo contrario. Las esperanzas en este caso van por el lado de que se elijan parlamentarios independientes fuera de cualquier pacto o del PRI, los que actuarían de bisagra dando relativas y momentáneas mayorías que permitirían agilizar los tramites parlamentarios cuando sean gobierno o estancarlos si son oposición.
Otro punto que se puede observar a partir de los resultados de la municipales 2008 es que la gente no teme votar por independientes o por candidatos pertenecientes a pactos distintos a los dos grandes bloques. Ya no siente que perdería su voto o que debiera obedecer al tantas veces invocado voto útil. Esto permite creer que es posible que aparezcan diputados independientes elegidos fuera de pacto, algún parlamentario del PRI, del Juntos Podemos (si no fructifica el pacto con la Concertación) o de otro grupo político que se presente a estas elecciones. Aunque en numero no sean una cantidad significativa, si generaran cierto ruido al ir formando alianzas circunstanciales para ciertos proyectos y por lo tanto lograrían una importancia no cuantificable aun. Mas interesante incluso es el hecho de que serian parlamentarios externos a los dos grandes bloques con una mayor validación, puesto que serian elegidos en tales condiciones y no aparecerían por el simple hecho de renuncias o fracturas de los pactos donde fueron elegidos, como son actualmente las bancadas bisagras de nuestro parlamento.
El tema da para largo, cuando se ordene el naipe y veamos quienes van con quienes, y los rostros que se lanzan a competir, podremos tener mas claro cuales serán las posibilidades que cada candidato a al presidencia tendrá para poder gobernar.